Adenoides


Aun hoy sigue planteada la gran controversia en relación a si hay que operar o no de las adenoides y/o de las amígdalas.

De todos modos y sin pretender entrar yo también en la polémica creo necesario poner en claro algunos conceptos en los que si creo que no hay dudas y es en lo atinente a la normal hipertrofia (agrandamiento) de las adenoides hasta los seis años de edad y las causas por las que "no" se tiene que operar.

La adenoides es una glándula que se ubica por detrás de la nariz y esta formada por tejido similar al de los ganglios, por este motivo  y por cumplir funciones defensivas, es que se agranda y se achica ante cualquier proceso infeccioso en el que se ve comprometida. Por ser un órgano de choque contra los diferentes agentes infectantes es que se debe ser muy cuidadoso en el momento de indicar su extirpación.
Los niños que deben ser operados no perderán sus fuentes de defensas ya que en ellos sus adenoides ya  no cumplen con la  función de ser un órgano de defensa contra agentes infecciosos, y por éste motivo y para evitar complicaciones (otitis serosas, hipoacusia, entre otras), los especialistas  aconsejan sacarlas.

Ante la  gran multiplicidad de enfermedades fundamentalmente virales a la que se ven expuestos los niños sobre todo durante los primeros seis años de la vida, es que esta glándula se agranda significativamente. Alcanza su máximo tamaño entre los tres y los cuatro años, momento en el que aparecen la mayoría de los síntomas benignos, que inquietan a la mayoría de los papas. Después involucionan para desaparecer en la mayoría de los pequeños, entre los seis y los ocho años.

Los chicos al contraer diferentes enfermedades vírales, en promedio seis por año pueden adoptar una respiración bucal sobre todo si la nariz ha estado mucho tiempo tapada. Pero atención ya que no es la hipertrofia adenoides la única causa de esta alteración, la rinitis alérgica, entre otras,también puede producirla.

Dentro de este esquema, veamos siete criterios o situaciones que generalmente  crean dudas y que está absolutamente aceptado que no deben ser causas de una cirugía de amígdalas o adenoides:

  1. Las amígdalas y las adenoides están grandes fisiológicamente (normalmente) no hay síntomas ni signos de dificultad respiratoria , y el niño come sin problemas.
  2. Infecciones amigdalares o adenoiditis a repetición.
  3. Mal aliento o criptas amigdalares con secreción sin que esta sea por infección estreptococo comprobada por cultivo de exudado de fauces.
  4. Respiración bucal sin que se compruebe una hipertrofia adenoidea que obstruya el pasaje de aire (visto solo radiológicamente) en un niño mayor de seis años.
  5. Hipertrofia adenoidea sin otitis media a repetición que lleva a una caída de la audición de más de 30 decibeles con alteración del timpanograma y de la impedanciometría.
  6. Crecimiento adecuado en peso y talla.
  7. Falta de apneas o pausas respiratorias en el sueño.

Otorrinolaringólogos, investigadores, pediatras, siguen estudiando las complejas funciones de estas glándulas para evitar dejarlas o sacarlas cuando no está indicado.

 

Crecer Juntos® acompaña a los papás y las mamás en la compleja tarea de ser padres, sin pretender bajo ningún concepto reemplazar la figura del pediatra o médico de la familia.