Pensar en esta afección significa tener
que discriminar entre las múltiples
variantes de comer mal.
Esta enfermedad, porque de esto se trata,
produce un rechazo a la comida...y no una falta de ganas
de comer como su nombre lo indica (an=sin; orexia=apetito).
Por este motivo es que se hace extremadamente
importante poder diferenciar entre una joven o
un joven, consumidores de dietas, una enfermedad
que produce inapetencia transitoria, un trastorno
de la conducta alimentaria pasajera, con un cuadro
severo de pérdida de peso por falta de
ingesta de los nutrientes mínimos para
poder mantener un peso ya no saludable sino mínimo.
¿Qué
es entonces la anorexia?
En forma simple podríamos expresar que
se trata de una falta de ganas de comer, por voluntad
y deseo propio. Esta voluntad es tan importante
que va generando paulatinamente cada vez menos
ganas de comer o enmascarando este apetito con
sustitutos de la saciedad como es el agua.
Toman tanta agua que obviamente no queda espacio
en el estómago para recibir ningún
alimento. Este rechazo del alimento es simplemente
para no engordar, uno se preguntaría como
una persona tan adelgazada puede plantearse un
problema con la gordura. Esta pregunta que cualquiera
se haría y que lógicamente no encuentra
respuesta razonable, es simplemente porque el
común de las personas tienen una adecuada
imagen del esquema corporal.
Los jóvenes al llegar
a la pubertad y adolescencia, cuando su cuerpo
empieza a cambiar, imaginan un cuerpo ideal. Algunos
fantasean con ser modelo, otros se van adecuando
a su cuerpo en pleno cambio, pero por desgracia
hay otros que ven en forma distorsionada su cuerpo.
Les preocupa tanto ser gordos como que sus formas
(me refiero a las muchachitas) empiecen a notarse.
La falta de alimento colabora para que esta delgadez
haga que en estos jóvenes uno no pueda
identificar que edad tienen en realidad, uno podría
pensar que se trata de un niño de diez
u once años cuando en realidad tiene quince
o más.
"...María entra
en el consultorio acompañada de su mamá.
Al solo mirarla, uno puede rápidamente
hacer diagnóstico de lo que será
el motivo de consulta: la piel pálida,
ojos tristes, cabellos opacos, sus ropas sueltas
como si fueran prestadas. Su mamá cuenta
que hasta no hace mucho comía bien, nunca
se preocupaba del peso, pero desde hacía
un tiempo no solo había incrementado su
actividad física sino que su peso estaba
cada vez mas bajo. Si bien siempre fue la mejor
alumna y muy estudiosa -continuaba relatando la
mama de María- ahora ya no tenia ni fuerzas
para concurrir a la escuela..."
Pensar en esta joven que en
pleno desarrollo decide voluntariamente dejar
de comer es darnos cuenta hasta donde puede llegar
una anoréxica que no es la que atraviesa
un momento de restricción alimentaria parcial
condicionada por los ideales sociales imperantes
en esta épocas en donde para tener éxito
hay que ser "flaco". El dilema que atraviesa
a una anoréxica es mucho más que
el simple echo de concurrir a un gimnasio para
tener un cuerpo firme y ágil, en ellas
la actividad física y el no comer son el
deseo de no querer tener formas, en última
instancia el no querer
ser.
Las alteraciones corporales se van apropiando
del cuerpo de la joven y por mas esfuerzos
que haga para que no se le noten éstas
se tornan muy llamativas. Ya no le alcanzarán
las ropas prestadas para ocultar la delgadez
a pesar de que diga que "se ve muy gorda",
ahora también el pelo y la piel estarán
muy secos, aumentará llamativamente el
vello que irá cubriendo todo el cuerpo
lentamente.
En la medida que prosiga la desnutrición,
aparecerán las alteraciones cardiocirculatorias:
hipotensión arterial (la presión
está muy baja), bradicardia (el corazón
late cada vez mas lentamente), alteraciones en
el ritmo del corazón (arritmias), piel
fría y de color amarilla por ingerir en
forma excesiva carotenos (zapallo, zanahoria,
etc.).
La enfermedad suele comprometer el desarrollo
puberal: falta o retraso en la aparición
de los caracteres sexuales. Si la joven no ha
tenido su menarca (primera menstruación) ésta no aparecerá
y si ya tenía ciclos regulares se tornarán
irregulares para luego desaparecer. Esto se debe
a que el descenso de peso produce una disminución
importante en los niveles de estrógenos,
hormona que actúa produciendo y regulando
la menstruación.
Los varones sufren iguales
consecuencias: no se presentan los caracteres
sexuales (no hay agrandamiento testicular, ni
peneano), y por lo tanto no se produce el estirón
propio de esta época. Se ve claramente
que por efecto del descenso de peso se produce
un bloqueo hormonal importante.
Otras
pautas que caracterizan al anoréxico
son: falta de autonomía e independencia,
dificultad para adquirir una identidad adecuada,
sensación de ineficacia y falta de seguridad
en si mismo, imposibilidad para establecer relaciones
heterosexuales, falta de control en su actividad
laboral o educacional. Como se puede ver todo
este sin número de circunstancias preparan
al joven o a la joven para que en algún
momento se desencadene la enfermedad. La familia
también juega un rol importante en esta
enfermedad. En torno de ella se han elaborado
un sin fin de teorías, pero lo cierto es
que sin ella el anoréxico no puede recuperarse.
En este sentido es muy importante el compromiso
que tome frente al enfermo.
Manifestaciones
de la anorexia
-
Alteración del esquema
corporal: hay una percepción de estar
siempre obeso. En otros momentos sentir que
algunas partes del cuerpo (por ej. las piernas)
crecen simultáneamente mientras se está
ingiriendo algún alimento.
-
Obsesión por el
peso y la comida. No se puede quitar de la mente
este pensamiento.
-
Permanente control de posibles
cambios frente al espejo.
-
Descenso extremo de peso
y rechazo a retornar a un peso saludable.
-
Negación del problema.
-
Mayor dedicación
a la limpieza.
-
Dificultad para conciliar
el sueño.
-
Rechazo por todo lo referente
a la sexualidad.
-
Excelentes reposteros:
pueden preparar exquisitos platos pero nunca
probarlos.
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