Todos saben que dar el pecho tiene un efecto anticonceptivo. Sin embargo, esta acción preconceptiva no es todo lo segura que nos gustaría que fuera. Muchas mujeres se embarazan dando el pecho, con las consecuencias negativas del caso.
El 80% de las mujeres que amamantan ovula antes de tener una menstruación. Esto les impide realizar cualquier tipo de cálculo tendiente a evitar las relaciones sexuales en el período fértil.
La ausencia de menstruaciones (amenorrea) por lactancia dura de cuatro meses a dos años. Las mujeres que dan el pecho por períodos prolongados por lo general reinician sus ciclos menstruales durante la lactancia. Pero todas pueden ovular antes de la primera menstruación y quedar embarazadas.
Si no se amamanta, la menstruación se presenta alrededor del tercer mes posparto. En estos casos también es frecuente que exista ovulación quince días antes de la primera menstruación. Podríamos decir que dar el pecho tiene una eficacia como método anticonceptivo del 85%.
Pero CUIDADO: estas cifras son válidas solamente para aquellas mujeres que alimentan a sus bebés exclusivamente a pecho y a demanda.
Esto es, cuando no se da ningún complemento alimentario y se pone el bebé al pecho tantas veces como lo solicite. Cuando la lactancia se complementa o se establecen horarios de amamantamiento (por razones laborales o para poder sostener un sueño ininterrumpido durante la noche), el porcentaje de embarazos aumenta significativamente.
Podemos concluir que:
- Es posible quedar embarazada dando el pecho
- Dar el pecho tiene un efecto anticonceptivo parcial
- Para un buen resultado hay que amamantar a demanda
- No debe olvidarse que puede haber ovulación antes de la primera menstruación
- Se debería adoptar un método anticonceptivo apenas se reinicie la actividad sexual luego del parto.
- No adoptes ningún método anticonceptivo antes de consultar a tu médico ya que ciertas drogas pueden ser perjudiciales para la lactancia o el bebé.
¿Cuáles son los anticonceptivos recomendables para el período de lactancia?
Se pueden emplear óvulos y jaleas espermicidas, que no se absorben y por lo tanto no pueden perjudicar al bebé. Su baja eficacia como anticonceptivo aumenta durante la lactancia debido al efecto anovulatorio de ésta (como hemos visto).
El diafragma y los condones pueden ser empleados sin restricciones, más allá de las molestias que puedan experimentarse al comienzo debido al proceso de cicatrización de las heridas del parto y la falta de lubricación debida a los bajos niveles circulantes de estrógenos.
Los dispositivos intrauterinos pueden colocarse durante la lactancia sin inconvenientes. La experiencia indica que deben ser colocados preferiblemente entre los 30 y los 45 días luego de parto o cesárea, cuando el útero ha recuperado su tamaño normal, para evitar las expulsiones espontáneas (frecuentes en la época en que se solían colocar inmediatamente luego del nacimiento).
Los anticonceptivos hormonales (píldoras) pueden utilizarse, pero es conveniente emplear aquellos que no tienen estrógenos en su composición. Son las llamadas "minipíldoras". Contienen exclusivamente hormonas similares a la progesterona. Este tipo de píldora anticonceptiva no afecta de manera adversa a la producción de leche ni al bebé. Puede emplearse con total confianza. Es más, en algunos casos se ha observado un aumento de la producción láctea. Algunos autores advirtieron hace unos años que el contenido de grasas de la leche disminuía al administrarse la minipíldora. Estudios posteriores no pudieron comprobar estas conclusiones. Por lo tanto puede aceptarse que aquellas no alteran el proceso de amamantamiento.
Cuando se deja de dar el pecho, o cuando se establece una dieta complementaria para el bebé es necesario cambiar estas minipíldoras por las píldoras convencionales, ya que su efecto disminuye notoriamente en estas circunstancias. Es conveniente consultar al médico tan pronto se administren alimentos adicionales al bebé.
¿Cómo continuar con medidas anticonceptivas luego de la lactancia?
Es conveniente conocer qué debe hacerse en materia de anticoncepción luego de dejar el pecho. Por motivos biológicos (y también sociales), el lapso mínimo ideal entre un parto y el nuevo embarazo es de 9 a 12 meses.
Si se emplea un método de barrera (condón o diafragma), debe recordarse que su eficacia es estadísticamente mayor durante la lactancia.
Si se ha colocado un dispositivo intrauterino, no es necesario nada más que realizar un control ginecológico cada 6 a 12 meses.
Si se empleaba la minipíldora, debe consultarse al ginecólogo para que la reemplace por otra de tipo combinado.
Si se desea emplear el método del ritmo (Biling, Ogino, etc.), podrá hacérselo luego de la primera menstruación. Es conveniente concurrir a un centro especializado en entrenamiento para este tipo de método anticonceptivo, o consultar al ginecólogo. Estos métodos son eficaces únicamente si se siguen al pie de la letra las instrucciones correspondientes y se observa fielmente el período de abstinencia. No debe intentarse jamás "cuidarse por las fechas" sin el debido entrenamiento, ya que de esta manera sólo se logrará un nuevo embarazo antes de lo deseado.
Fuentes consultadas:
Edgardo Rolla, médico ginecólogo y obstetra
Hatcher y cols. "Contraceptive technology" _Irvintong Publishers, U.S.A.
Ralph C. Benson "Diagnóstico y tratamiento ginecoobstétricos" _ Ed. El Manual Moderno, México.
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