Apneas

Si tu hijo ronca en la noche, deberán estar atentos ya que puede tratarse de apneas obstructivas. 

La apnea obstructiva del sueño es un problema relativamente frecuente en la infancia, que si no se trata puede tener importantes consecuencias para la salud a largo plazo, por lo que es importante diagnosticarla. Se estima que puede afectar al 3% de los niños de dos a cinco años. La causa más frecuente es una desproporción entre el tamaño de las amígdalas y adenoides y el ancho de la vía aérea superior (paladar, garganta y nariz).

Síntomas
Los niños que sufren apnea suelen roncar por la noche, tener un sueño muy inquieto, transpirar (especialmente por la cabeza) al dormirse, tener dificultades para levantarse a pesar de estar muchas horas en la cama, reclamar agua, despertarse varias veces por la noche, quejarse de dolor de cabeza por la mañana o amanecer de mal humor o como si les costara ponerse en marcha.
Aunque el ronquido es un síntoma muy significativo, hay que valorarlo en conjunto con el resto de los factores, pues aproximadamente el 10 % o el 12 % de los niños roncan y no por ello sufren apnea (aunque un 10 % de los pequeños que roncan terminan teniéndola).

Complicaciones
La apnea ocasiona un sueño muy fraccionado y aumenta el trabajo que el cuerpo tiene que hacer para respirar por la noche (por eso los niños que la sufren pueden crecer y engordar menos). Además, al producir un sueño más fraccionado y entorpecer la llegada del oxígeno al cerebro, puede provocar problemas de conducta y aprendizaje (niños más irritables e intranquilos). Por estas razones, si sospechas que tu hijo tiene problemas para respirar por la noche, coméntaselo cuanto antes a su pediatra.
La apnea del sueño se caracteriza por episodios de cese de respiración (de 10 segundos o más). Estos episodios provocan despertares e impiden descansar bien.

Para confirmar el diagnostico el Pediatra solicitara una radiografía de cavún con boca cerrada y evaluara el ancho del canal de aire (este deberá ser mayor a 0.5 cm para considerarlo  adecuado), evaluara el tamaño de las amígdalas y preguntara sobre el habito alimentario. Muchos niños tienen dificultad para alimentarse en forma adecuada ya que la falta de un adecuado pasaje de aire hacer que el niño no coma bien. Se atraganta, se ahoga, o le da tos.

Otra forma de evaluar si el niño presenta apneas es pedirles a los papas que lo filmen durante el sueño nocturno. Es la forma más grafica y demostrativa de lo que ésta sucediendo.
Con estos elementos junto al relato de los papas el médico indicará si es necesario una Polisomnografia, por medio de este estudio el especialista evalúa el tipo, tiempo, y repercusiones de las apneas mientras el pequeño duerme.
Con el diagnostico el Pediatra y el especialista evalúan cual es el tratamiento más adecuado.

 

Crecer Juntos® acompaña a los papás y las mamás en la compleja tarea de ser padres, sin pretender bajo ningún concepto reemplazar la figura del pediatra o médico de la familia.