Enfermedad por arañazo de gato


La enfermedad por arañazo de gato es una infección frecuente que afecta por lo general a niños y jóvenes menores de 19 años y no se conoce con exactitud su incidencia.

La manifestación clínica predominante es el agrandamiento de uno o varios ganglios cercanos al lugar de lesión (arañazo o mordedura de un gato).

En pocos niños se presenta fiebre y síntomas generales (solo el 30% de los infectados). En el lugar donde se supone fue inoculada la bacteria por el arañazo, suele haber una lesión papular, como un granito, una a dos semanas antes de la aparición del o los ganglios.
Estos últimos surgen en general en el sitio que recibe el drenaje del sitio de la lesión inicial (comúnmente los ganglios axilares) pero también pueden atacar a los ganglios cervicales, del cuello, o del codo.
La piel que cubre los ganglios afectados suele estar roja, caliente y dura con claros signos de infección. En pocos casos estos ganglios suelen supurar espontáneamente. En raros casos puede haber compromiso meníngeo, hepático, ocular, entre otros.

Los gatos son el reservorio común de la enfermedad que afecta a los seres humanos, en mas de 95% de los casos de enfermedad por arañazo de gato, se descubre un contacto reciente con un "pequeño gatito" aparentemente sano.
La época de mayor aparición de la enfermedad es otoño y primavera y son las pulgas de los gatos las responsables de trasmitir al agente infectante (Bartonella henselae) entre los gatos.

El periodo de incubación de la enfermedad es muy prolongado, de ahí que muchas veces no se recuerde cuando y donde fue el contacto con el animalito.
Desde el momento del arañazo hasta la aparición de la primera manifestación (macula primaria) suelen pasar cerca de 5 a 12 días y desde ese momento hasta el agrandamiento ganglionar pueden pasar mas de un mes y medio.

Diagnóstico
Para el diagnóstico se recurre a métodos de laboratorio muy específicos o también puede ser necesario una biopsia de los ganglios agrandados. Muchas veces se tiene que realizar este procedimiento ya que no se puede relacionar el agrandamiento ganglionar con el antecedente de contacto con un gato.

Tratamiento
No hay un tratamiento específico ya que la enfermedad cura por sí sola en varios meses en que los ganglios vuelven a su tamaño natural. Se suele medicar con sintomáticos por ejemplo si hay fiebre, dolor o supuración. Algunos pediatras prefieren, para acelerar el proceso de recuperación ganglionar, usar algunos antimicrobianos.

Como medida preventiva es importante que lo niños no jueguen con gatos o gatitos que tengan contacto con otros animales que puedan tener pulgas. Y evitar aquellos que suelen arañar o morder. Si se produce la mordedura o arañazo se debe lavar rápidamente la herida e informar al pediatra de lo sucedido.

 

Crecer Juntos® acompaña a los papás y las mamás en la compleja tarea de ser padres, sin pretender bajo ningún concepto reemplazar la figura del pediatra o médico de la familia.