Automedicación


Los especialistas de la salud son enfáticos en recalcar el peligro que implica la automedicación, tan común en nuestra sociedad. El uso abusivo de los medicamentos es un problema serio y grave, al que las personas aún no le toman en serio.


Su origen está en que no se realiza lo fundamental ante cualquier signo de enfermedad: el diagnóstico. Y el único que puede hacer esto es el médico: no los familiares, ni los amigos, ni el farmacéutico.

La automedicación
No podemos perder de vista los principales valores del arte de "comprender y sanar" que desde antaño han constituido los pilares fundamentales de la relación médico-paciente y sin los cuales el acto médico carece de sentido: la entrevista clínica, la minuciosa exploración de nuestro paciente y los consejos sanitarios aportados ante un proceso patológico que por su bonanza evolutiva decidimos someter a tratamiento y recuperación en domicilio.

En referencia a estos últimos consejos o recomendaciones médicas actualmente olvidados y menospreciados por el compromiso tecnológico de la medicina moderna, se producen a diario circunstancias clínicas banales que derivan en la mala práctica de lo que podemos denominar la automedicación.
La automedicación se presenta dentro de cualquier grupo de edad.
Los factores más importantes que parecen haber desencadenado esta cultura de administración de fármacos en domicilio por parte del propio enfermo sin consulta médica previa, podrían ser los siguientes:

  1. Escasez de tiempo para acudir a la consulta médica en una sociedad actual dominada por las obligaciones laborales y domésticas.
  2. Pérdida de la credibilidad sanitaria basada en el deterioro de la relación médico-paciente (se confía mas hoy en día en el desarrollo tecnológico que en las "manos" de un doctor).
  3. Procesos patológicos banales que por su carácter de cronicidad son poco valorados por el propio enfermo e interpretados por este como "automedicables" (resfriado común y gripe, cefaleas, trastornos gastrointestinales leves).
  4. Contribución actual de los medios de comunicación y mala interpretación por parte de los pacientes de la cultura sanitaria aportada: hoy en día existe mucha información y "todo el mundo entiende de medicina".
  5. Propagandas escritas o en la pantalla de medicamentos que muestran
    alivios inmediatos de síntomas, que en muchas ocasiones complican más la
    patología de base (tos seca nocturna y asma).
La lista de productos farmacológicos que con más frecuencia se utilizan habitualmente para la automedicación es lamentablemente amplia. Destacamos entre ellos los siguientes principios activos y "malas" indicaciones de uso sin consejo médico previo: antinflamatorios tipo naproxeno para migrañas habituales, analgésicos tipo paracetamol para cuadros inflamatorios articulares, antibióticos tipo amoxicilina para molestias faríngeas inespecíficas o resfriado común, ansiolíticos tipo diacepam para cualquier tipo de cuadro ansioso o depresivo, antidiarreicos tipo loperamida para cualquier episodio de gastroenteritis, mucolíticos o antitusivos para cualquier proceso de tos.

Esta práctica tan extendida de la automedicación no está exenta de riesgo para la salud, circunstancia ésta que es en muchos casos desconocida para los "usuarios" de la misma:

  1. Mala utilización de los grupos farmacológicos: es habitual por ejemplo la utilización de la molécula paracetamol para procesos inflamatorios cuando su acción antinflamatoria es nula.
  2. Ofrecer mejoramientos mágicos en el cansancio con la toma de aspirina más cafeina, sin evaluar características, actividades, tiempo de descanso del individuo. Riesgo de desencadenar enfermedades gástricas.
  3. Los efectos del abuso de antibióticos genera los siguientes efectos. Eliminan no sólo a las bacterias dañinas, sino también a las bacterias propias del organismo, que nos protegen. Las bacterias son organismos vivos y luchan por sobrevivir, y para ello se hacen resistentes a los antibióticos. Mientras más medicamentos tome una persona, más resistentes se harán las bacterias. Los antibióticos no tienen ningún efecto positivo cuando la enfermedad es de origen viral, como el resfrío común o algunas gripes.
  4. Procesos de gravedad clínica que quedan enmascarados por la administración de productos "populares" sin control médico. Se utilizan cada vez mas como inhibidores de la secreción gástrica los fármacos tipo omeprazol para tratar episodios de ardor gástrico o pirosis a nivel doméstico...ocultando la expresividad clínica y sintomática de lesiones pretumorales del tubo digestivo.
  5. Tranquilizantes y productos ansiolíticos que administrados sin supervisión médica producen bajo rendimiento intelectual y deterioro de la capacidad de atención (accidentes laborales, problemática de autoestima).

El personal de salud espera que los pacientes lleguen a consulta sin haber consumido medicamentos por cuenta propia, ya que esto puede alterar los resultados que se requieran para un correcto diagnóstico o alterar la terapéutica a usar por el médico, sin embargo como muestra la presente investigación, se encuentra muy marcada la presencia del fenómeno de la automedicación, en la mayor parte de la población.

Nuestro consejo desde éstas páginas es claro y hace referencia a la utilización de los servicios sanitarios para obtener unas recomendaciones fiables de tratamiento ante cualquier proceso patológico que se nos presente: sólo nuestros colaboradores del equipo de salud son los auténticamente capacitados para orientar una prescripción farmacológica tras proceder a entrevista y exploración clínica cuidadosas así como a un seguimiento posterior del proceso de enfermar.
Dr. José S. Espinosa

Las personas que se automedican adquieren los medicamentos en su gran mayoría de las farmacias sin que éstas exijan ningún tipo de receta médica; lo cual a su vez fomenta la automedicación.

Sitios de enlace:
www.rnwn.nl/informarn/html/cie020220
salud.enlaweb.cl.com/pages/aAutomed.htm

 

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