Como mamá
o papá puede ser que en algún
momento tengas que actuar con habilidad
y rapidez para salvar la vida de tu
hijo o de algún otro pequeño
que este jugando con él.
En general son situaciones sencillas
de resolver: cortes, golpes, magullones,
espinas, etc., pero en otros casos
puede que se trate de un gran accidente
en donde habrá que desenvolverse
con rapidez para poder realizar en
forma eficaz los primeros auxilios.
En las páginas siguientes encontraras
los pasos a seguir y la forma de enfrentar
las diferentes situaciones de peligro
que pudiera estar afectando a tu hijo.
Si
tu hijo sufre un accidente o se hace
daño lo primero será
evaluar la gravedad del mismo y decidir
con rapidez si se puede resolver tan
solo con primeros auxilios o hay que
llamar a una ambulancia o se lo debe
llevar sin perdida de tiempo a un
centro asistencial. Pídele
a cualquier adulto que te ayude o
que este cerca por si es necesario
llamar por teléfono a la ambulancia,
mientras asistes a tu hijo.
Rápidamente
hay que verificar:
Si
está consciente: Mueve suavemente al niño
por los pies o los hombros, llámalo
por su nombre.
Si
respira: Coloque su mejilla
cerca de la boca o la nariz y
trate de percibir la respiración,
levántale la ropa y verifica
si hay movimientos del pecho,
colócale tu mano suavemente
sobre él y mira si asciende
o desciende en cada movimiento
respiratorio.
Si
tiene obstruída la vía
respiratoria: Si sospechas
que sé ha tragado algo
que obstruye la respiración,
abre la boca del pequeño
sosteniéndole el mentón,
échale la cabeza hacia
atrás y verifica si hay
algún objeto en su boca
y retíralo.
Si
está en contacto con el
peligro: Si es pertinente
separa al niño del peligro
o lo que lo pone en peligro. No
hay que moverlo si se sospecha
una fractura, puede ser fatal.
Si
tiene pulso: Con tus dedos
índice y el del medio trata
de encontrar el pulso en el brazo
(este se toma en el lado externo
colocando la palma de la mamo
hacia arriba) o en el cuello.
No uses tu dedo pulgar ya que
este transmite tu propio pulso
y puede hacer que te confundas.
Atención Ante la mínima
sospecha de fractura de columna o
de cuello a causa de una caída,
no se debe mover al niño hasta
que se tenga un soporte adecuado para
tal fin. Trata de no cambiarlo de
posición y si tiene dificultad
para respirar y necesita asistencia,
colócalo boca arriba dándolo
vuelta con mucho cuidado de no torcer
la columna (sujeta cabeza, hombros,
cadera, y piernas para girar todo
el cuerpo como un bloque) ya que se
podría ocasionar un daño
irreparable.
El
principio básico de la reanimación
consiste en mantener o estimular,
cuando no funciona, el sistema cardiorespiratorio.
Este se ocupa de mantener el suministro
de oxigeno para los órganos
vitales como el cerebro, los riñones,
etc. Tener clara la técnica
te ayudará a no perder ni un
segundo. Si tu hijo no respira hay
que iniciar rápidamente respiración
boca a boca, si no presenta latidos
o pulso habrá que iniciar el
masaje cardiaco para que el corazón
no deje de bombear la sangre que debe
llegar a todo el organismo. Valorar
cual es la prioridad es esencial para
mantener al niño con vida.
Nunca hay que darse por vencido, han
revivido niños después
de varias horas de reanimación.
Existen lugares como la Cruz Roja,
Centros de entrenamiento para Guardavidas,
etc. donde se dictan, para padres,
curso de primeros auxilios y de reanimación.
Averigua alguno cerca de tu casa y
no dejes de anotarte.
Comprobar
el estado de conciencia del bebé
o niño: Llámalo por su nombre,
muévelo suavemente o con
pequeñas sacudidas, golpea
con suavidad las plantas de los
pies.
Si responde, controla todo el
cuerpo en busca de otras lesiones,
si existen hay que tratarlas.
Si no responde, esta inconsciente.
Rápidamente comprueba si
respira y si su corazón
late.
Cómo
probar la respiración:
Coloca
con cuidado al niño
o al bebé boca arriba
(recuerda que puede tener
alguna fractura). Colócate
a su lado de rodillas, sujeta
la frente con tu mano y extiende
la cabeza hacia atrás,
facilitará la entrada
de aire. Abre con suavidad
la boca y verifica que no
tenga ningún cuerpo
extraño que le impida
respirar.
Mira,
escucha o siente las manifestaciones
de la respiración,
coloca tu oído cerca
de sus fosas nasales o su
boca mientras miras hacia
sus pies (controla tu respiración
por algunos segundos, tus
movimientos respiratorios
pueden confundirte) fíjate
si notas que se eleva o desciende
el pecho o la panza o si hay
alguna otra señal de
respiración. Si al
cabo de cinco o siete segundos
no hay respuesta, inicia respiración
artificial. Pero si la hay,
coloca al niño o al
bebé en posición
de recuperación.
Comprobar
los latidos cardíacos y
el pulso: Para ver si late el corazón
hay que buscar el pulso carotideo.
Coloca tus dedos índice
y medio (nunca el pulgar ya que
estarás valorando tu propio
pulso) sobre el cuello del pequeño
justo por delante del músculo
por debajo del maxilar inferior.
También podrás intentar
encontrarlo en el brazo. Coloca
la mano del niño hacia
arriba y busca el pulso radial
(puedes utilizar dos o tres dedos,
pero como en el caso anterior
nunca el pulgar) en la parte externa
del brazo en la zona mas cercana
a la mano. Si no lo localizas
en el cuello o en el brazo o no
lo escuchas en el pecho deberás
iniciar masaje cardíaco
y llamar a emergencias.
TECNICA
DE REANIMACION CARDIOPULMONAR
Si
el pequeño ha sufrido un accidente
y presenta dificultad respiratoria
o no respira, y si además su
corazón no late o lo hace lentamente
(menos de 60 latidos por minuto) habrá
que iniciar rápidamente asistencia
cardiorespiratoria.
Respiración
boca a boca
PONER AL
PEQUEÑO EN POSICION: Poner
al niño de espaldas, abrir
la boca y sacarle cualquier cosa
que pudiera tener dentro (cuerpo
extraño, sangre o vómito)
y que obstruya la entrada y salida
de aire.
MANTENER
ABIERTA LA VÍA AEREA: Levante
el mentón con suavidad
con uno o dos dedos. De esta manera
permite que se estire la vía
aérea y asegura un mejor
pasaje del aire. También
la lengua queda hacia fuera y
no actúa como cuerpo extraño.
INICIAR LA
RESPIRACIÓN BOCA A BOCA:
Si es un bebé coloca tus
labios sobre las ventanas nasales
y la boca y comienza a exhalarle
aire en forma suave, de esta mera
notaras que el pecho se eleva
(si no fuera así hay algo
que impide el ingreso de aire.
Verifícalo antes de proseguir).
Retira tu boca y permite que el
aire salga. Repite la operación
entre tres y cinco veces y controla
si el niño retoma en forma
espontanea el ritmo respiratorio.
Sí no es así, deberás
continuar hasta que llegue la
ambulancia.
A los niños mas grandes
hay que taparles la nariz, comprimiendo
con suavidad con los dedos índice
y pulgar. Inspire aire y coloque
su boca sobre la de el y con suavidad
exhale hasta que el pecho se eleve.
Continúe con la reanimación
como el caso de los bebes.
RECUPERACIÓN:
Cuando el niño retome el
ritmo respiratorio, se lo da vuelta
y se lo coloca en posición
de recuperación.
Masaje
cardíaco
POSICIÓN
DE LA MANO Y LOS DEDOS: El masaje
cardiaco se debe iniciar sin pérdida
de tiempo en un bebé o
un niño en quien no se
palpan los pulsos o no se escuchan
los latidos cardíacos.
Si además no respira, se
practicará la reanimación
cardiorespiratoria en forma simultánea.
Para los bebes alcanza con ejercer
una presión pareja en un
punto medio entre las mamilas
con solo dos dedos. Para los mas
grandes la presión se ejerce
con la palma de la mano apoyada
sobre la punta del esternón
(hueso que une las costillas en
el centro del cuerpo) hundiendo
la palma mas o menos 3 cm.
MASAJE CARDIACO:
En los mas pequeños aplicar
compresiones con los dedos permitiendo
que estos se hundan no mas de
1 cm. La presión debe ser
suficientemente intensa para que
el corazón reciba el estímulo,
pero hay que tener cuidado de
no ser muy enérgico ya
que puedes dañar al bebé.
Conviene establecer un ritmo de
una compresión del tórax
por segundo para alcanzar entre
80 y 100 “latidos”
por minuto. En los más
grandes la compresión se
ejerce con una presión
mayor y se establecerá
un ritmo de 60 a 80 latidos por
minuto.
Establece
una secuencia en la que después
de cinco masajes cardiacos reciba
a través de la respiración
artificial aire en sus pulmones.
Cada dos o tres minutos comprueba
si reapareció el pulso
o tiene respiración espontánea.
Una vez restablecido el pulso
se continuará con la respiración
boca a boca hasta que llegue la
ambulancia.
Posición
de recuperación
Mientras
se espera la ayuda o la ambulancia,
si el niño está inconsciente
pero respirando y tiene pulso regular,
es aconsejable que se lo coloque en
posición de recuperación.
Desde esta posición el niño
respira mejor, no se atragantará
con la lengua y si llegara a vomitar
no correría riegos. Si se sospecha
lesión de la columna o fracturas
de cuello no hay que moverlo.
Después
de haber terminado las maniobras
de reanimación el niño
ha quedado de espaldas. Arrodíllate
a su lado y coloca el brazo más
cercano a ti estirado con la palma
de la mano hacia arriba y debajo
de su cola. El otro brazo deberá
estar doblado en ángulo
recto y apoyado sobre su pecho.
Coloca una
manta estirada al costado del
niño. Pon tu mano por debajo
de su mejilla, sujétalo
por la cadera y hazlo rodar hacia
ti quedara justo sobre la manta.
Una vez
puesto boca a bajo colócale
su mano por debajo de su mejilla
y flexiónale la pierna
que ha quedado mas cerca tuyo.
Desde esta posición de
descanso el niño estará
cómodo y seguro.
Por
lo general suele pensarse que el shock
o la conmoción se producen
como respuesta emocional ante una
situación traumática.
Sin embargo frente a una situación
médica el estado de colapso
se produce por la caída brusca
de la presión arterial poniendo
en riesgo la irrigación sanguínea
del cerebro y otros órganos
vitales del niño. Los casos
mas frecuentes son las hemorragias
importantes, las quemaduras extensas,
las grandes fracturas y las perdidas
importantes de líquidos.
Síntomas En
un primer momento el organismo reacciona
en un intento de compensar el colapso
que se avecina. Se liberan sustancias
que producen cambios en el calibre
arterial en un intento de mantener
el flujo de sangre hacia los lugares
mas nobles del cuerpo. Esto lleva
a que el niño se ponga inicialmente
pálido, piel fría y
sudorosa, el pulso se acelera y la
respiración se hace mas rápida
y superficial. A medida que pasa el
tiempo, si no se logra compensar al
niño el estado de conmoción
se profundiza y el pequeño
se sentirá débil, mareado,
la piel se pone mas pálida
y sudorosa y el aporte de oxigeno
al cerebro disminuye tanto que el
niño pierde la conciencia con
riesgo vida.
¿Qué
hacer? Si
el niño ha sufrido un accidente
con perdida importante de sangre,
o si se ha quemado o si el traumatismo
que ha sufrido puede estar acompañado
de una fractura, hay que llamar rápidamente
a la ambulancia ya que puede sufrir
una conmoción.
Hasta que llegue la ayuda médica
si esta sangrando hay que detener
la hemorragia, con una buena compresión
de la zona afectada , si ha sufrido
una quemadura aplica los primeros
auxilios. No lo muevas demasiado y
quédate a su lado recuerda
que el temor y el dolor incrementan
la posibilidad de shock. Hay que procurar
que el niño este lo mas tranquilo
y cómodo posible sin olvidar
el momento por el que esta pasando.
Paso
a paso
Muévelo
lo menos posible.
Aflójale
las ropas alrededor del cuello,
pecho y la cintura.
Acuesta
al niño boca arriba, con
la cabeza mirando hacia un costado
por si llegara a vomitar.
Levántale
los pies 30 cm por encima del
pecho (con almohadas, frazadas
o con un bolso), ya que esto favorece
el retorno de sangre al corazón.
Tápalo
con una manta o un abrigo ya que
al bajarle la presión sentirá
frío.
Si siente
sed, solo humedécele los
labios con poca agua.
Controla su
pulso y su respiración. Hay
que estar preparado a tener que
realizar una reanimación.
En
algunas oportunidades las heridas
sangran mas de lo previsto. Por este
motivo si al cabo de algunos minutos
no cesa, se deberá tratar como
una emergencia porque de lo contrario
podría terminar en un shock
o una conmoción.
¿Qué
hacer?
Con una gasa
estéril, un apósito
o simplemente con un trozo de
tela limpia, realiza presión
sobre la herida intentando detener
el sangrado por compresión
del vaso sanguíneo dañado.
Acuesta
al niño sobre una manta,
dejando por encima del corazón
la zona sangrante, de esta manera
disminuye el flujo sanguíneo
hacia la herida.
Si se detecta
un cuerpo extraño en la
herida no trates de removerlo
, podría estar actuando
como tapón en otro vaso
sanguíneo que ahora no
sangra.
No conviene
utilizar torniquetes, solo manéjate
con compresiones. Si la gasa se
moja de sangre no la cambies;
colócale otra encima y
continua haciendo presión
hasta que llegue la urgencia.
Si tuviera
signos de estar por entrar shock,
aplica sin pérdida de tiempo
el tratamiento para conmoción.
Llévalo
a un hospital tan pronto hayas
terminado con los primeros auxilios.
Le quitarán el o los cuerpos
extraños y lo desinfectarán
para prevenir infecciones.
La
hemorragia nasal se presenta con mucha
frecuencia en los primeros 10 años
de la vida. No siempre de descubre
la causa pero por lo general responde
a un golpe en la nariz, al hábito
(bastante común para algunos
niños) de colocarse el dedo
dentro de la nariz, a la presencia
de estornudos frecuentes e intensos
a causa de un gran resfriado, etc.
Algunos niños presentan mayor
predisposición que otros, y
una vez que ha sangrado es esperable
que se vuelva a repetir.
Esta sensibilidad de la nariz a sangrar,
se debe a que en la parte interna,
aproximadamente donde termina el hueso
propio, se encuentra una zona donde
los vasos sanguíneos circulan
muy superficialmente, por este motivo
ante cualquier traumatismo o irritación,
la nariz sangra.
¿Qué hacer?
No hay que
alarmarse ni alarmar al pequeño.
Acompáñalo al baño
y ayúdalo a inclinarse
hacia delante sobre la pileta.
Pídele que se suene la
nariz primero de un lado y luego
del otro a fin de que salga toda
la sangre y los posibles coágulos
que ya se hayan formado.
Comprime
con firmeza, con tu pulgar e índice,
la nariz por debajo del hueso.
Mantén apretado por varios
minutos. Nunca inclines su cabeza
hacia atrás ni coloques
algodones o gasas en los orificios
nasales, se pegarían y
al intentar retiralos sangraría
nuevamente.
Si no para
de sangrar luego de repetir en dos
o tres oportunidades el mismo procedimiento
deberás consultar con el
pediatra. Es muy raro que se tenga
que cauterizar los vasos sangrantes.
No
hace falta una gran cantidad de agua
para que un niño se ahogue,
bastan tan solo diez centímetros
para que esto suceda. Por este motivo
hay que estremar los cuidados no solo
con piletas o en el mar sin también
en un estanque o en la bañadera
misma. Si un niño queda sumergido
bajo el agua y no es rescatado a tiempo,
terminará por asfixiarse.
¿Qué
hacer?
Retirar
al pequeño del agua, colocarlo
en un lugar seco y cálido y
comprobar sus signos vitales (si respira
o si tiene pulso). Si está
inconsciente pero tose, se atraganta
o vomita, es un buen signo...está
respirando.
No pierdas tiempo intentando sacarle
el agua de los pulmones, solo hay
que verificar que no tenga nada en
la boca que pueda obstruir su respiración
o que se atragante cuando intente
hacerlo. Si no
respira: coloca su cabeza más
baja que el cuerpo, por si llegara
a vomitar, y comienza la respiración
artificial mientras alguien pide AYUDA
URGENTE.
Cuando
retome la respiración esté
o no inconsciente, hay que colocarlo
en posición de recuperación,
cambiarle las ropas mojadas y abrigarlo,
controlar su pulso y mantener una
actitud alerta hasta que llegue la
ambulancia.
HAY
QUE TENER MUCHO CUIDADO, porque aunque
tu hijo concurra a una escuela para
aprender a nadar, en el momento en
que se caen a una pileta, ya sea por
el susto o por las condiciones no
ideales del agua (fría, sucia),
cuando intentan llorar o pedir ayuda,
inspiran y tragan agua pudiéndose
ahogar. Por este motivo siempre que
haya chicos en casa hay que tener
enrejado el sector de la pileta y
la puerta de acceso debe tener el
seguro por el lado de adentro.
Cualquier
sustancia química o partícula
de tierra, de arena, o una pestaña,
pueden ocasionar una herida en el
ojo, en la mayoría de los casos
leve como una simple irritación
pero en otros casos puede ocasionar
una ulcera de cornea. Por este motivo
siempre un lesión en el ojo
debe ser tomada seriamente.
Síntomas
Dolor
Imposibilidad
de abrir el ojo.
Molestia
con la luz.
Ganas de
frotarse el ojo.
Enrojecimiento
o congestión progresiva.
¿Qué
hacer?
Si
se trata de un producto químico,
hay que llevarlo rápidamente
a un centro oftalmológico o
a un hospital. Pero antes de salir
hacerle un lavado con agua fresca,
diluirá el producto químico.
Colocar al niño en el suelo
con la cabeza ladeada para el mismo
lado del ojo afectado (se evita de
esta manera que la sustancia química
pase al otro ojo en el momento del
lavado) verter agua fresca durante
diez a quince minutos. Cuando están
comprometidos los dos ojos se lo puede
colocar bajo el chorro de la canilla.
Protege los ojos con un apósito
y concurre al centro asistencial más
próximo.
Cuando se trata de una basurita, antes
de intentar quitarla conviene esperar
algunos minutos puede ser que gracias
al lagrimeo reflejo que se produce,
sea eliminada.
Si no es así, hay que buscarla:
tira suavemente del párpado
superior y pídele que mire
hacia abajo, hacer lo mismo con el
párpado inferior, una vez localizada
con la punta de un pañuelo
o con un algodón humedecido
intentar quitarla, si no se puede,
arrastrarla hacia el lado interno
del ojo y al cerrar el párpado
podrá expulsarla.
CUIDADO:
si el cuerpo extraño está
clavado no intentar removerlo. Colocar
una compresa o un pañuelo sobre
el ojo y concurrir sin pérdida
de tiempo a un centro oftalmológico.
El
atragantamiento se produce cuando
un cuerpo extraño o un trozo
de comida se atasca en la entrada
del aparato respiratorio. El pequeño
puede reaccionar en forma refleja
e intentar expulsarlo (tosiendo).
En ocasiones esto no se consigue y
la traquea queda bloqueada y no entra
aire a los pulmones. En este caso
hay que estimular a que tosa y que
por este medio se elimine la obstrucción.
Si no lo logra, continua estimulando
hasta que llegue la ambulancia. Intenta
quitarle el objeto con el que se esta
obstruyendo la vía aérea
pero si está muy profundo no
lo toques, podrías introducirlo
mas aumentado la dificultad.
¿Qué
hacer?
Si el niño
es muy pequeño colocarlo
boca a bajo sobre uno de los brazos,
colgando con la cabeza hacia abajo
o sujétalo por los pies
dejándolo boca abajo. Golpea
entre sus omoplatos varias veces
con movimientos rápidos.
Si de esta forma no funciona,
da vuelta al bebe que quede mirándote,
sujetarlo por los tobillos con
la cabeza hacia abajo. Colocar
dos dedos sobre el esternón
por debajo de las tetillas y aplicar
varias presiones rápidas.
De esta manera se estará
estimulando el reflejo de la tos
y se expulsará el cuerpo
extraño.
Si el niño
es un poco mas grande, ponerlo
sobre una rodilla con la cabeza
hacia abajo, o ponerlo boca abajo
sosteniéndolo por los tobillos.
Estimular la tos dándole
varias palmadas rápidas
entre las escapulas hasta que
se elimine el obstáculo.
Si no funciona coloca al niño
en el suelo boca arriba, con una
mano se lo sostiene por la frente
y con la otra se hace presión
sobre el esternón por debajo
de las tetillas. Si se visualiza
el objeto intenta quitarlo para
que no vuelva a obstruir.
Una
caída o un golpe pueden hacer
que un hueso se fracture o se luxe.
Una fractura es cuando el hueso esta
total o parcialmente roto mientras
que una luxación es cuando
el hueso se ha salido de su sitio
en las articulaciones, (rodilla, codo,
tobillo, dedos, etc.). En la infancia
el tipo mas común de fractura
es la llamada en tallo verde: el hueso
se dobla o se astilla mas que romperse.
Las fracturas pueden ser también
abiertas o expuestas en estos casos
el hueso atraviesa la piel quedando
al descubierto. A excepción
de las fracturas expuestas puede ser
difícil diferenciar entre una
fractura y una luxación por
este motivo hay que aplicar los primeros
auxilios y llevar al pequeño
a un centro asistencial lo mas pronto
posible.
Síntomas
Habitualmente
hay imposibilidad para mover el miembro
afectado: éste adopta una forma
extraña, puede estar doblado,
mas corto que el otro, hay intenso
dolor, luego se hincha y se pone tumefacto.
En el lugar donde se produjo el golpe
aparecerá un hematoma o una
herida cortante.
¿Qué
hacer?
Si se piensa que puede haber un daño
en la columna vertebral, tanto de
la espalda o el cuello, no hay que
moverlo hasta que llegue la ambulancia.
Si esta boca arriba mantelo en esa
posición si quedo boca abajo
colócalo en posición
de recuperación. Controla el
pulso y la respiración, por
el dolor o por el mismo golpe puede
entrar en estado de shock en ese caso
habrá que actuar rápidamente.
Si se descartó compromiso de
la columna y se ve que solo está
afectada una extremidad, habrá
que fijarla e inmovilizar las articulaciones
por encima y por debajo de la zona
afectada.
PIERNA
ROTA
Acuéstalo
en el suelo, quitale o cortale
toda la ropa que pueda comprimir
la pierna cuando se inflame.
Colocar entre
las piernas algo que sirva de
relleno, (diarios enrollados una
toalla, almohadilla, etc.). Con
vendas bien anchas se deben atar
ambas piernas utilizando la sana
como soporte. Recuerda fijar las
piernas entre dos articulaciones.
Coloca los nudos sobre la pierna
sana. Si la lesión esta
en tobillo fija también
ambas piernas y traza un dibujo
en ocho con la venda para sujetarla
mejor.
Nunca se
debe levantar la pierna afectada
sin que tenga un soporte ya que
se podría producir una
hemorragia interna.
BRAZO
ROTO
Utiliza
un vendaje triangular o un cuadrado.
Doblalo a la mitad para hacer un cabestrillo,
también podrás utilizar
una tela doblada en diagonal. Dobla
el brazo con cuidado en dirección
al hombro opuesto y deja que se apoye
sobre el pecho. Colócale el
vendaje pasándolo entre el
codo y el pecho y por encima del hombro.
Pasa la otra parte del vendaje por
encima del brazo y de la muñeca
y ata las dos puntas por detrás
del cuello encima del hombro.
Si
se llegara a caer un diente hay que
envolverlo en una gasa embebida en
solución fisiológica
o leche (también puede ser
llevado en la boca de la mamá)
y concurrir dentro de las dos horas
del golpe, a un centro odontológico
para ser reimplantado. Esto se hace
tanto con los dientes de leche como
con los permanentes.
Los
pequeños suelen darse muchos
golpes en la cabeza, pero generalmente
no se hacen nada. Cuando el golpe
es muy fuerte puede producirse un
chichón, un corte o una gran
hinchazón. Pero lo que es mas
complicado es que puede sufrir una
conmoción cerebral con pérdida
o no de la conciencia. En algunos
casos el movimiento del cerebro dentro
de la cabeza, a consecuencia del traumatismo,
puede producir hemorragia intracraneal
que puede dar síntomas precoces
o tardíos; por este motivo
siempre un traumatismo de cráneo
por mas banal que parezca debe ser
evaluado por el pediatra.
Después del golpe ¿qué
hacer?
Verificar
que no tenga ninguna herida. Si
existe y sangra, hay que comprimir
la herida con una gasa esteril
o una toalla limpia hasta que
sea evaluado en el hospital. En
el chichón o en la zona
afectada se puede colocar hielo
o un paño empapado en agua
fría.
Consulta
con el pediatra.
Manténlo
en observación por 12 hs.
aunque parezca que no tiene nada
se puede estar inflamando el cerebro
o tener una microhemorragia interna
y dar síntomas en forma
tardía.
Síntomas
que indican gravedad
Pérdida
de la conciencia aunque sea por
un lapso breve.
Presencia
de nauseas o vómitos.
Respiración
ruidosa o dificultad para respirar.
Dolor de
cabeza o mareo persistente.
Marcha tambaleante
o hacia un lado.
Hemorragia
por la nariz o por la oreja (puede
indicar fractura de cráneo).
NO
TOCAR AL NIÑO PUES LA CORRIENTE
ELECTRICA PUEDE PASAR A QUEN HAGA
CONTACTO CON EL.
Frente
a una electrocución, ( cables
pelados, enchufes, aparatos eléctricos
defectuosos o tocar elementos con
electricidad con las manos o los pies
mojadas) el niño puede ser
derribado o quedar sujeto al aparato
eléctrico.
En casos graves el niño puede
perder la conciencia, detener su corazón,
la respiración o ambos. En
cualquier caso hay que actuar con
rapidez.
¿Qué
hacer?
Hay que interrumpir
el contacto entre el niño
y la electricidad. Corta la corriente,
o desenchufa el artefacto. Si
no se puede, colócalo sobre
algo aislante (pila de diarios,
mantas, goma) y con una silla
o un palo de la escoba o cepillo
intenta separar al niño
de la electricidad.
Si no lo logras, aísla
tu mano con una manta y trata
de desprenderlo tirando de sus
ropas, no toques su piel porque
podrías recibir una descarga
eléctrica.
Una vez roto
el contacto, examina a tu hijo:
comprueba si respira, tiene pulso
o está en shock. En cualquier
caso habrá que proceder
con urgencia aplicando masaje
cardíaco o respiración
artificial mientras llega la ambulancia
o puede ser trasladado a un centro
asistencial.
Nunca salgas corriendo con tu
hijo inconsciente. Aplícale
los primeros auxilios, estos minutos
pueden ser fundamentales para
la vida. cuando recupere la conciencia
colócalo en la posición
de recuperación hasta que
llegue el médico.
En las descargas
leves, comprueba si esta quemado,
aplícale una curación
y tranquilízalo ya que
seguro que el susto fue muy grande.
Pero aunque solo haya sido un
susto consulta con el pediatra
ya que puede haber sufrido heridas
o daños internos que no
se detectan con facilidad.
Enséñale
a tu hijo los peligros de la corriente
eléctrica y protege la casa
con interruptores de corriente o bloqueadores
de enchufes. Pero recuerda que si
bien tu casa puede estar bien protegida
hay otras en donde tu hijo también
juega que pueden no tener una adecuada
protección. Por este motivo
siempre hay que estar alerta y enseñarle
al pequeño investigador lo
que no se debe tocar.
La
mordedura por animales suelen darse
cuando los niños molestan o
juegan violentamente con el perro
o gato de la casa. En general no suelen
ser graves, mas allá del susto
que le ocasiona al pequeño,
aunque se corre el riesgo de que la
herida se infecte. Cuando el animal
es desconocido hay que tomar otros
cuidados ya que puede ser portador
de rabia.
¿Qué
hacer?
Lavar la
herida con abundante agua y jabón.
Si la herida
sangra, lavarla y cubrirla con
un apósito y un vendaje
compresivo.
Si el animal
es desconocido, tratar de capturarlo
para ponerlo en observación.
Y concurrir a un centro asistencial
para recibir atención y
orientación: podría
ser necesario colocarse vacuna
antirrábica.
Si el niño
ha recibido vacuna triple o doble
de acuerdo al calendario de vacunas
no hace falta repetir una nueva
dosis de vacuna antitetánica.
Controlar
la herida diariamente y si es
necesario tratar la infección.
Las heridas
por mordedura de animales nunca
se suturan.
MORDEDURA
DE SERPIENTE, ARAÑA O ESCORPION
Si
al niño lo ha mordido por un
animal potencialmente venenoso, el
médico tendrá que saber
de que tipo de víbora, araña
o escorpión se trata (ayuda
para esto, anotar sus características
y su aspecto) ya que en algunos casos
es necesario proporcionar un antídoto.
Síntomas
Dolor punzante.
De acuerdo
al animal que lo picó,
una o dos marcas.
Enrojecimiento.
Nauseas
o vómitos.
Dificultad
para respirar.
Adormecimiento
del lugar afectado.
Síntomas
de shock.
¿Qué
hacer?
Mantener
al pequeño en calma contribuye
a disminuir la difusión
del veneno por el cuerpo.
Lavar la
herida con abundante agua y jabón.
Colocar la
zona lastimada por debajo de la
línea del corazón
disminuye el retorno sanguíneo
y por ende produce menor circulación
del veneno.
Colocar un
vendaje y concurrir sin pérdida
de tiempo a un centro hospitalario.
Vigilar su
pulso y respiración; puede
entrar en estado de shock.
AGUIJONAZO
DE INSECTOS
Si
no fuera porque podrían desencadenar
una reacción alérgica,
las picaduras o los aguijonazos de
los insectos no suelen ser graves.
Los insectos que dejan su aguijón
clavado son las abejas y las avispas.
Cuando pican cerca o en la cara pueden
desencadenar una reacción alérgica
con compromiso de la respiración.
Síntomas
Dolor urticante.
Inchazón
de la zona con enrrojecimiento.
Reacción
alérgica.
Mareos,
náuseas, vómitos.
¿Qué
hacer?
Si
el aguijonazo fue en la boca, colocarle
hielo y acudir rápidamente
a un centro asistencial.
Para picaduras en cualquier parte
del cuerpo intentar sacar el aguijón.
Nunca con una pinza, ya que al comprimir
el saco del veneno colocado en el
extremo superior, aumentaría
la inyección de la sustancia
irritante, mejor es intentar raspar
con un cuchillo con poco filo sobre
la piel afectada hasta que salte el
aguijón.
Remedios
caseros
Compresas
de bicarbonato de sodio, de amoníaco
o vinagre, contribuyen a disminuir
la irritación.
Colocar barro sobre la zona agredida:
al secarse, la tierra se retrae y
con ella el aguijón.
Para picaduras en la boca un cubito
de hielo o un helado de palito disminuyen
la inflamación.
Una
quemadura puede estar producida por
el fuego, una sustancia química,
la electricidad o por un objeto o
líquido caliente.
Las quemaduras se describen de acuerdo
al tamaño y profundidad de
lesión en la piel que producen.
Mientras que el grado uno es el mas
superficial y menos grave, en el grado
dos la superficie es mas grande y
la profundidad de la quemadura es
mayor se forman ampollas con contenido
líquido. Las de tercer grado
son las más graves. Comprometen
todas las capas de la piel y la quemadura
puede llegar hasta el músculo
y los nervios. Esto es particularmente
grave porque se pierde mucho líquido
(plasma) por las heridas y esta situación
puede llevar al niño al shock
por deshidratación aguda. Ante
esta situación hay que llamar
con urgencia a la ambulancia y aplicar
la medidas de atención del
niño con posibilidad de entrar
en estado de shock.
Quemaduras
superficiales
Ante una
quemadura leve lo primero que
hay que hacer es sumergir la zona
afectada bajo el chorro, no muy
fuerte, de agua fría, de
esta manera se quita el calor
y el dolor de la piel.
Quítale
la ropa ajustada, anillos y pulseras.
Si aparece
una ampolla cúbrela con
una gasa (hay gasas especiales
embebidas en cremas apropiadas
para quemaduras) o con una tela
limpia, hasta que sea evaluado
y tratado por el pediatra. No
rompas las ampollas, protegen de infecciones mientras
crece la nueva piel.
Ropa
incendiada o en llamas
Coloca
rápidamente al niño
en el suelo con la parte incendiada
hacia arriba, y apaga las llamas con
abundante agua. Arrójala en
sentido contrario a la cabeza o la
cara para impedir que le llegue y
ocasione una nueva quemadura. No le
tires agua si la causa de las llamas
fue la electricidad o hay un toma
corriente cerca.
Si no hubiera agua sofoca las llamas
envolviendo al pequeño en una
manta, toalla, colcha o alfombra,
ten cuidado que no contenga nylon
o sintético que podría
agravar la quemadura.
Como último recurso cubre al
niño con tu cuerpo y sujétalo
bien para tratar que de no quede aire
entre los dos ya que podría
avivar las llamas.
No se hace nunca
No reventar
ninguna vesícula o ampolla,
ni tocar la zona afectada.
No aplicar
cremas, lociones, ni productos
caseros sobre el área quemada.
No cubrir
la quemadura con algodón
o prendas sintéticas o
que desprendan hilachas.
No tirar
agua sobre zonas no afectadas
cuando la quemadura fue por un
químico.
No intentes
despegar ropa que pudiera haber
quedado pegada por las llamas.
No
enfriar demasiado al niño
con el agua en las grandes quemaduras,
podría producir un descenso
de la temperatura agravado por
la pérdida de líquido
que trazuma por las heridas.
Las
quemaduras graves y de gran extensión
pueden llevar al niño a un
estado de conmoción o shock,
controla el pulso y la respiración
y si tiene sed ofrécele pequeños
volúmenes de agua (mójale
los labios). Llama con urgencia a
una ambulancia y trasládalo
a un centro asistencial o de quemados
lo más rápido posible.
Hasta que llegue la ambulancia si
es necesario trata la conmoción.
Crecer
Juntos® acompaña a los papás y las mamás en la compleja
tarea de ser padres, sin pretender bajo ningún concepto reemplazar la
figura del pediatra o médico de la familia.