Si duerme bien, mejor no cambiar el hábito.

Es conveniente respetar ciertas normas en estas fechas, sobre todo si sos mamá de un recién nacido. Hay que pensar en el bebito y también en la mamá, ya que él está haciendo su adaptación al mundo, y ella se está acomodando a dos cosas: su bebé y los cambios del cuerpo. Puede que el posparto resulte agotador y no tenga mucho ánimo para participar activamente de las reuniones de carácter familiar.

Mejor…en casa ajena
En el caso de festejar en casa propia, se deben hacer múltiples preparativos y afrontar el esfuerzo que supone toda la organización…Y además, el hecho de hacerlo en casa supone que no haya un horario determinado para que los invitados se vayan. Por eso, resulta mucho mejor, en este período de la mamá y el bebé, ir a casa de otros, y poder volver a casa a la hora que se quiera.
Respecto al chiquito, en estos días de festejos se debe establecer una rutina para el, que incluya el baño, la cena y la hora de dormir. En este punto es importante que el bebé no comparta la misma habitación que el resto de los familiares, en especial si hay gente que fuma, y cuando la mamá tenga que darle la teta, ella vaya al cuarto donde está el bebé y le dé de comer en un espacio tranquilo. Esta recomendación es vital, a pesar que pueda sonar exagerada, porque si el bebé está en un ambiente con mucha estimulación sonora y visual, seguramente no tendrá una buena noche.

El chiquito debe hacer lo mismo que en casa; es necesario que se mantengan sus rutinas respecto de la alimentación y la hora de dormir, sobre todo en esta etapa donde la mamá lo está conociendo y está organizando los ritmos del bebé. Se debe tratar de cumplir más o menos los horarios de todos los días. Es mejor que duerma en su moisés, en una habitación a solas, sin contacto con el ruido y respetando los momentos de mamar en ese espacio calmo.