Cuando le des medicina a tu hijo, ponle un
babero y ten pañuelos a mano.
Si aún
no se sostiene sentado, sujétalo como
si fueras a darle de comer. Si se sienta,
ubicalo en tu regazo con uno de sus brazos
tras tu espalda.
Puedes suministrarle la medicina
con cuchara medicinal, ayudandote con otra cuchara
extra. Mide la dosis, y vierte la mitad de ésta
a la cuchara libre. Apoya la cuchara en su labio
inferior. Repite con la otra mitad.
Pueden también absorver la dosis con un
gotero, ponerlo en la boca del niño y exprimir
la medicina. No emplees gotero con un bebé
muy pequeño, y si ya tiene dientes, no
uses goteros de cristal.
Si tu hijo es reacio a tomar la medicina, déjale
sorberla de tu dedo.
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