Cuidado con los accidentes


No es que al bebé le acechen los peligros, pero más vale estar pendientes de su seguridad.
Cuando se trata de chicos, mejor ser precavidos que llevarse un terrible disgusto.


Las siguientes normas pueden evitar accidentes.

1 a 6 meses

  • No dejemos al bebé solo ni un momento, ni en casa ni en el jardín ni en el cochecito. No nos alejemos de él mientras lo vestimos en el cambiador o sobre la cama, ni tampoco en la cuna si no están puestas las barandas, ya que los menores de tres meses ya son capaces de desplazarse.
  • Jamás agitemos bruscamente al bebé ni su cabecita.
  • En el auto, debe ir en una sillita o en un moisés adecuado, sujetos con los respectivos cinturones.
  • En brazos, le sostendremos bien la cabecita.
  • No dejemos sobre la cuna objetos de tamaño pequeño (alfileres, piezas de juguetes,etc.) que el bebé pueda tomar y llevarse a la boca.
  • De vez en cuando, comprobemos que sus juguetes estén enteros y ninguna de sus piezas pueda separarse. Si hay un móvil en la cunita, nos aseguraremos de que esté bien sujeto y el bebé no alcance sus hilos o cordones.
  • La bolsas de plástico y los envoltorios pueden asfixiarlo si se enrolla en ellos. No los dejemos al alcance de sus manos.
  • En la cunita y el cochecito lo acostaremos boca arriba.
  • Evitemos las quemaduras.
  • No hay que tener al bebé en brazos mientras fumamos un cigarrillo (tampoco se debería fumar en su presencia) ni mientras tomamos una bebida caliente, calentamos la mamadera a baño María o cocinamos.
  • A la hora del baño, hay que llenar la bañerita con el agua ya mezclada (no primero la caliente y después la fría, ni al revés) y comprobar que esté entre 35º y 37º antes de sumergirlo.
7 a 9 meses
De repente, se ha convertido en un incansable explorador. Toca todo, prueba todo y todo le parece interesante.
A estas alturas, probablemente ha empezado a gatear y se arrastra, feliz, por toda la casa. Es el momento de observar con rigurosa atención cada centímetro de nuestra casa. La clave es ahora la precaución, porque su inagotable energía y su afán de exploración pueden provocar situaciones de extremo peligro.
  • El bebé debe permanecer vigilado siempre que esté en sitios elevados, como la sillita de comer o el cambiador. La baranda de la cuna debe quedar a la altura de sus ojos (cuando esté dentro de pie). Cuidado con los objetos grandes (almohadas, peluches) a los que pueda subir. En caso de que se caiga de cabeza, acudir a emergencias.
  • Nunca hay que fumar ni sostener objetos calientes ni líquidos a elevadas temperaturas mientras tenemos al bebé cerca o en brazos. Para prevenir quemaduras con el agua de la canilla, lo mejor es bajar la temperatura en el mismo calefón o termotanque.
  • No debemos dejar a su alcance comida peligrosa (aceitunas, por ejemplo) ni objetos pequeños. Todos los alimentos deben estar bien triturados y ser lo suficientemente blandos para que pueda tragarlos sin masticar.
  • Retiremos de las mesas bajas lo que pueda alcanzar o tirarse encima mientras gatea. Hay que proteger las puntas de los muebles.
  • Auto: el bebé debe viajar en una silla especialmente diseñada para él y adecuada para su peso. Hasta que alcance los 10 kilos es mejor comprar una silla que pueda colocarse en sentido inverso a la marcha y nunca ponerla en el asiento del acompañante si el auto tiene airbag.
  • Recoger las cortinas y correas de persianas. Eliminar los manteles y carpetas para que no tire de ellos y se le caiga todo encima.
  • Cuidado con las plantas: muchas muy comunes son tóxicas.
  • La bañera debe contar con su alfombrita antideslizante.
  • Los enchufes tienen que estar debidamente protegidos y los cables de las lámparas fijos y ocultos para evitar tirones.

9 a 12 meses
A medida que el bebé crece y se hace más grande adquiere independencia y autonomía, pero también aumentan sus ganas de investigar y explorar el mundo.
El bebé gatea y puede ser que se ponga de pie e incluso dé unos pasitos apoyándose en los muebles. Los padres podemos evitar que se exponga a situaciones peligrosas, sin agobiarlo ni restarle libertad. Basta con tomar unas medidas sencillas.

  • El riesgo más importante son los muebles altos si logra encaramarse a alguno de ellos. Cuando la casa tiene escalera interior, conviene cerrarla arriba y abajo con puertas chiquitas (de venta en comercios especializados)
  • No deben dejarse comidas o bebidas calientes a su alcance (ni sobre una mesa cubierta por un mantel que el chico pueda arrastrar). Tampoco conviene tomarlo en brazos mientras tomamos, fumamos o cocinamos. Nunca debe quedarse solo en una habitación provista de una fuente de calor directo, sea una estufa, una chimenea o un caloventor.
  • La bañera es un lugar muy peligrosos para un bebé no acompañado, aunque esté medio vacía.
  • A veces un trozo de alimento se va por las vías aéreas e impide el paso del aire hacia los pulmones. Estos accidentes son especialmente peligrosos cuando el alimento es duro (un maní) o de gran tamaño.
  • Los productos de limpieza, los medicamentos y las sustancias tóxicas no deben guardarse en un lugar bajo y accesible para el niño pequeño.
    Además, conviene ir mostrándole al bebé las situaciones de peligro con mensajes sencillos que él pueda entender ("quema", "caliente").
 

Crecer Juntos® acompaña a los papás y las mamás en la compleja tarea de ser padres, sin pretender bajo ningún concepto reemplazar la figura del pediatra o médico de la familia.