Cuidado de los dientes


La boca cumple funciones vitales en los seres humanos. Es el primer contacto con el mundo exterior, todos los nutrientes pasan por ella.


Las expresiones de alegría y tristeza, los sonidos y el habla se producen con la actividad de la lengua, labios, mejillas y en sucesivas etapas con los cambios producidos por la aparición de los dientes.

La higiene bucal es la medida preventiva más eficaz durante la primera infancia.
A los 6 años erupciona el primer molar permanente por detrás de los molares de leche, sin reemplazar a ninguno de los 20 dientes presentes en la boca. Con frecuencia, si no hay molestias, ni los padres ni el niño perciben su erupción.
Los dientes centrales inferiores (incisivos centrales) se recambian en el mismo período y la caída del primer diente de leche concita la atención del niño y su grupo familiar a quienes hace partícipes de su paso a la dentición permanente.
A partir de su ubicación correcta en el arco dental se organiza el resto de la dentición permanente.


¿Como limpiar los dientes del niño?

  • Antes de la erupción dentaria limpiar los rodetes maxilares con una gasa o tela suave y limpia enrollada en el dedo índice. Esta práctica puede continuar hasta la aparición de los primeros cuatro dientes. Luego puede hacerse con dediles de látex o pequeños cepillos para niños.
    El mejor lugar para la higiene de la boca es el lugar en que se cambian normalmente los pañales despues del baño para incorporar la higiene de la boca a la del resto del cuerpo.
  • De los 9 a los 12 meses ya erupcionaron los ocho dientes anteriores y a medida que se completa la dentición el ciclo de masticación se estabiliza. Cuando los dientes superiores e inferiores se tocan, la musculatura de los maxilares comienza a aprender nuevas funciones; los primeros movimientos son irregulares como los que se ven durante los primeros estadíos de cualquier habilidad motora.
  • De los 12 a los 24 meses continúa el desarrollo y maduración del sistema masticatorio que se completará a los 30 meses con la presencia de 20 dientes en la boca. Es importante evitar alimentos que contengan alto porcentaje de hidratos de carbono, se adhieran a los dientes y sean de disolución lenta. La higiene bucal en este período se realiza sin pasta dental, basta humedecer el cepillo con agua. La limpieza más importante es la que se hace antes de dormir.
  • De los 2 a los 5 años el niño completó su dentición y todos los cuidados se centrarán en la prevención y diagnóstico precoz de enfermedades dentarias y alteraciones en el sistema masticatorio que impidan el normal crecimiento y desarrollo de los maxilares. El niño utilizará el cepillo dental para introducir el hábito de higiene pero hasta los seis años el cepillado debe ser completado por los padres o adultos responsables, porque no tienen la capacidad motora suficiente para realizar una correcta eliminación de los microbios adheridos a los dientes.

La pasta dental
A partir de los 3 años, si no ingieren pasta dental pueden utilizarse pastas dentales fluoradas que tienen comprobada acción anticaries. Debe colocarse en el cepillo muy poca cantidad, siendo suficiente el tamaño de una lenteja. Las tendencias actuales en cuanto al uso de fluoruros como preventivos de caries se centran en la aplicación de fluoruros locales en forma de pastas dentales de uso diario, buches diarios o semanales y topicación profesional de acuerdo al riesgo del paciente. La utilización de suplementos fluorados por ingesta cuando no existe Flúor en las aguas de consumo se reduce a su acción local en casos de niños con alto riesgo de enfermedad dentaria.

El odontopediatra
La primera consulta al odontopediatra debe hacerse a partir de los 12 meses para evaluar el riesgo en la salud bucal del niño, interceptar problemas potenciales y aconsejar a los padres sobre la prevención de la enfermedad. La mayoría de los niños alcanza casi todos los rasgos de la deglución madura entre los 12 y 15 meses. Los niños pueden estar en alto o bajo riesgo de enfermedades dentales. El estado de salud bucal de los padres y/o cuidadores tiene implicancias en la salud bucal del niño. Recordar que la caries dental es una infeción producida por microbios que son transmitidos por los adultos al compartir cubiertos, soplar la comida, limpiar el chupete con su boca, probar la temperatura del biberón o besarlos en la boca.

Erosión dental
La erosión dental es una lesión producida por los ácidos de la dieta que provoca la pérdida irreversible de los tejidos dentarios. En la actualidad esta lesión ha aumentado por los cambios producidos en las dietas y el mayor consumo de jugos y bebidas ácidas. Los ácidos cítrico, fosfórico, maleico y otros contenidos en las bebidas de consumo frecuente son responsables de esta lesión que puede ser particularmente destructiva en los niños si los jugos son ingeridos en mamadera, por períodos prolongados y cercanos a la hora del sueño.
De acuerdo a la evidencia científica, la frecuencia con que se ingieren puede ser crítica en el proceso de erosión. A la hora de acostarse, el biberón solo debe contener agua.
Recordar que para evitar la erosión dental, los jugos y gaseosas no deben ser administrados con frecuencia. Beberlos preferentemente durante las comidas.
Prevenir es poner en práctica un conjunto de conocimientos,medidas y actitudes lo más precozmente posible.

La caries
La caries dental es una enfermedad controlable. Para lograr controlarla debemos tener en cuenta las siguientes medidas preventivas: higiene bucal para desorganizar las bacterias y alimentos adheridos a los dientes; racionalizar la ingesta de hidratos de carbono a partir de los cuales los microbios generan ácidos que desmineralizan el tejido dentario; utilizar fluoruros en pastas y tópicos para aumentar la resistencia del diente a la acción de los ácidos y controlar periodicamente de acuerdo al riesgo.

 

Crecer Juntos® acompaña a los papás y las mamás en la compleja tarea de ser padres, sin pretender bajo ningún concepto reemplazar la figura del pediatra o médico de la familia.