Se asusta frente a los desconocidos


Los bebés también tienen derecho a su privacidad, a mostrarse tímidos, a querer estar solamente con las personas de su máxima confianza: mamá y papá.

¿Sera que tiene un carácter especial?
Sí, sobre todo del grado de incomodidad que les produce estar con personas poco familiares. Algunos pequeños, durante esta fase, solo se muestran  un poco más tímidos que antes. Quizás se esconden detrás de las piernas de mamá, pero sonríen a la persona que tienen en frente y no tardan en volver a querer conquistar el mundo. Otros, sin embargo, son mucho más retraídos y cautelosos. Es cuestión del temperamento de cada uno.

¿Si los chicos tratan con muchas personas, extrañan menos?
No. En Samoa existe una población que tiene la costumbre de pasar los bebés, desde su nacimiento, de una mujer a otra, ya que conciben la crianza como una tarea colectiva: los pequeños sólo pasan la noche con su familia. Ahora bien, incluso allí, los bebés a los siete u ocho meses protestan y no quieren cambiar de un brazo a otro. Prefieren estar con su familia y que sea su mamá quien los consuele.

Completamente normal
Lreacción de miedo del bebé es un comportamiento completamente normal de los pequeños que, además, demuestra que han dado un importante paso en su desarrollo.
El bebé necesita que admitamos su comportamiento y no lo obliguemos a aceptar a las personas que rechaza.

¿De dónde viene el miedo repentino a los desconocidos?
Los bebés recién nacidos aún no tienen sentido del tiempo ni del espacio: si una persona sale de su campo visual, ya no se acuerdan de ella. Cuando los padres los dejan solos un momento, puede ser que empiecen a llorar, pero aunque prefiera a mamá, no les importa quién acuda a consolarlos, siempre y cuando satisfaga sus necesidades. Sin embargo, al poco tiempo, el pequeño ya comienza a diferenciar a las personas conocidas de las desconocidas.
Primero las distingue a través del olor y de la voz, luego –sobre los cuatro meses– ya reconoce las caras. Si la relación entre padres e hijo funciona, el bebé ya sabe, a los pocos meses, que esas son las personas que cuidan de él y que siempre tienen una respuesta acertada ante esas sensaciones desagradables, como el hambre, el cansancio, un pañal mojado o la imperiosa necesidad de recibir mimos. Y es entonces cuando el bebé empieza a inquietarse, si percibe que no están cerca o alguna persona desconocida se aproxima demasiado. Si existe o no un peligro real, es irrelevante para desencadenar su reacción de miedo.

¿Cuánto tiempo dura esta fase?
La mayoría de los chicos empieza a extrañar en torno de los ocho meses. Pero existen bebés que muestran reacciones adversas hacia desconocidos incluso a partir de los cuatro meses.
Lo normal es que el miedo ante los extraños se vaya reduciendo, poco a poco, alrededor del año. Claro que también podemos encontrar algunos peuqueños, pocos, que extrañan hasta los tres años.

¿Es conveniente reducir las relaciones sociales en esta etapa?
No. Incluso algunos estudios revelan que los chiquitos de madres con mucha actividad social suelen extrañar durante menos tiempo. Según suponen los investigadores, este efecto se debe justamente a que los pequeños ven y sienten que su mamá trata a otras personas de forma natural, sin miedo e, incluso, disfruta y se relaja relacionándose con los demás. Y sacan en conclusión: «Lo que le hace bien a mamá, no puede ser tan malo para mí».

Durante unos meses, los bebés no quieren tener trato con los extraños.
Los científicos sospechan que el miedo a lo desconocido servía para garantizar la supervivencia de los pequeños. Las reacciones de miedo de los bebés son mucho más acentuadas ante los hombres desconocidos que ante las mujeres que no conocen.
De esto se deduce que los bebés parecen relacionar lo femenino con protección y lo masculino con amenaza. El pediatra e investigador suizo Remo H. Largo agrega otro aspecto importante: «El miedo a la separación aparece a una edad en la que el bebé empieza a desplazarse por sus propios medios. Por eso, el chico se mantiene cerca de las personas de su confianza y así no se expone constantemente a peligros».

Dar seguridad
Es importante dar seguridad al chico en estas situaciones, y un bebé se siente seguro cuando está pegado al cuerpo de mamá y más en lugares desconocidos y en situaciones nuevas para él. Desde este puesto de observación privilegiado (en brazos o bien seguro en la mochila), al bebé le res ulta mucho más fácil entablar el primer contacto. El cerebro nunca aprende bajo la presión del estrés, ni siquiera algo tan simple como que la vecina es una persona enamorada de los bebés que se acerca con las mejores intenciones.

 

Crecer Juntos® acompaña a los papás y las mamás en la compleja tarea de ser padres, sin pretender bajo ningún concepto reemplazar la figura del pediatra o médico de la familia.