Preguntas frecuentes del sueño de los niños


Los lectores de Crecer Juntos nos hacen llegar diariamente sus inquietudes de cómo y que hacer para que padres e hijos puedan tener y disfrutar de dulces sueños.

Veamos con tres ejemplos las preguntas mas frecuentes.
Claudia: Tengo una bebe de 15 días de edad, no importa lo que intente, no conseguí que duerma una noche entera. ¿Qué es lo que tengo que hacer?
Los adultos tenemos un patrón fijo de vigilia–sueño, que se repite aproximadamente cada 24 horas.
Sin embargo el ritmo de los recién nacidos suele ser de 3 o 4 horas (el bebé se despierta, come, es higienizado y vuelve a dormir) este ritmo se mantendrá hasta que su reloj biológico logre ajustarse permitiendo una pausa nocturna mas prolongada.
El correr del tiempo será el único factor que ayudará al pequeño a lograrlo.
Es totalmente normal que un recién nacido tenga estos períodos cortos de sueño, y se deberá esperar hasta después de los cuatro meses para que comience con un patrón de sueño de seis o mas horas corridas.
Aún así puede ser que este período se extienda, ya que esto no es una regla fija, sino que es particular para cada niño.
El recién nacido no distingue el día de la noche; se despierta cuando tiene hambre o alguna incomodidad, es imposible pretender que pueda llevar un ritmo adulto de sueño, lo recomendable en esta etapa de la vida del niño es que  los papás se adapten a sus horarios y que la mama descanse cuando el pequeño descansa para así poder estar con su bebé cuando el este despierto, esto puede ser de día o de noche.
De a poco se podrá ir inculcándole los horarios familiares de sueño y con seguridad se podrá adaptar sin dificultad.

Alejandra: No puedo evitar  que mi hijo de un año y medio duerma la siesta hasta avanzada la tarde. A mi entender, por esta situación, extiende su horario de estar despierto sin poder lograr conciliar el sueño.
Es difícil cambiar el horario de sueño de un niño bruscamente, hay  que armarse de mucha paciencia y poco a poco ir cambiando esa rutina.
Lo recomendable es que día a día adelantes cinco o diez minutos la siesta o lo levantes cinco minutos antes hasta conseguir el horario deseado.
No le sucederá nada por dormir menos horas de siesta y por el contrario al tener mas horas de actividad él solo pedirá ir a dormir más temprano.

Ricardo: Tengo una nena de dos años. Un día comenzó a dormir bajo la cama, tapamos el acceso con una tabla pero fue inútil ya que siguió durmiendo en el suelo. ¿Qué debo hacer?
Tanto los niños como los adultos elegimos un lugar donde nos sentimos cómodos y seguros a la hora de dormir.
Algo puede haber acontecido para que la niña adopte este cambio, primero hay que repasar que sucedió últimamente en la vida de la niña que pueda haber actuado como detonante (el paso de la cuna a la cama, un hermanito nuevo, el retirarle los barrotes de la cuna) y luego intentar mostrarle los beneficios de dormir en la cama. Si tiene algún juguete preferido invítala a que duerma con él, se sentirá más acompañada y segura.
Una situación frecuente es cuando se retiran los barrotes de la cuna, padres e hijos se ponen alertas por temor a que en medio de la noche haya una caída y que el pequeño se golpee.
Los niños son muy inteligentes y astutos y ante una situación como ésta prefieren dormir en el suelo. Para evitar esto, en esta etapa de transición se puede colocar un nuevo barrote pero un poco más bajo y más corto. Al ser mas corto permitirá dejar un espacio abierto como si fuera una puerta. El pequeño podrá entrar y salir de la cama  cuando lo desee y  mama y papa estarán  tranquilos de que no se  caerá y lastimará. Si aun así sigue prefiriendo dormir en el suelo, no hay motivo para impedírselo, se le puede ponerle un colchón en el piso para su comodidad. Estos acontecimientos son comunes en esa edad y no suelen ser duraderos.

 

Diseño web: MST Link a WMA
Crecer Juntos® acompaña a los papás y las mamás en la compleja tarea de ser padres, sin pretender bajo ningún concepto reemplazar la figura del pediatra o médico de la familia.