El tabaquismo es una enfermedad que afecta
actualmente a 1,1 billón de personas
en el mundo, y hay progresiones que hablan
que en el año 2030 será la causa
más importante de mortalidad en el
mundo, responsable de 10 millones de muertes
anuales.
En nuestro país se producen
45.000 muertes por año a causa de esta
enfermedad que es altamente prevenible.
Las mujeres están expuestas
a todos los efectos nocivos del tabaco pero además
sufren consecuencias que son únicas entre
ellas, como lo son condiciones y enfermedades
que afectan el embarazo.
A pesar que se sabe de los efectos nocivos se
calcula que alrededor de un 15% a 20% de las mujeres
que fuman continúan haciéndolo durante
la gestación.
¿Afecta
la fertilidad?
El tabaco aumenta el riesgo de retraso en la concepción,
infertilidad, riesgo de embarazos ectópicos
y abortos espontáneos.
¿Qué
provoca durante el embarazo?
Bajo peso en recién
nacidos: El feto crece poco, y está predispuesto
desde ese momento a padecer enfermedades después
del nacimiento.
Síndrome de muerte súbita del lactante
(muerte de cuna): Comparando con bebés de
madres no fumadoras, los bebés son más
propensos a sufrir este síndrome, tanto si
fumó durante el embarazo y lo continúa
haciendo después.
Predisposición genética para el futuro
tabaquismo del niño.
¿Y después
del nacimiento, durante la lactancia y la niñez?
La nicotina a través
de la leche materna tiene acción sobre el
corazón y el Sistema Nervioso. En la lactancia
la nicotina disminuye la producción de leche,
produce inquietud, insomnio, vómitos, diarreas,
succión débil, apneas, y debilidad
del lactante.
Los efectos del tabaco que los bebés y niños
inhalan (humo de tabaco ambiental, o de segunda
mano) predisponen a que los niños desarrollen
más frecuentemente las siguientes enfermedades:
-
Asma.
-
Neumonías.
-
Bronquitis.
-
Otitis a repetición.
-
Trastornos en el aprendizaje.
-
Déficit en la atención.
-
Retraso madurativo tardío.
-
Inicio precoz del tabaquismo
en los niños y adolescente
Teniendo en cuenta todo lo
expuesto anteriormente considero que las mujeres
tienen un papel preponderante en la prevención
de esta enfermedad que produce serios e irreversibles
trastornos en los niños. Con
el simple hecho de dejar de fumar todas estas
complicaciones se evitan.
Soy conciente que el tabaquismo
es una adicción y que ninguna madre desea
el más mínimo daño para su
hijo, pero creo que es mi deber como pediatra
advertir a las familias de los riesgos que se
corren, y también asesorar a las mujeres
que padecen esta enfermedad para que puedan cesar
de fumar.
En quienes no fuman es un
derecho vivir el embarazo, la lactancia, la niñez,
la adolescencia, y más allá en un
ambiente libre de humo de tabaco.
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