En el crecimiento participan factores relacionados
con el individuo y con el medio ambiente.
Los mismos, según las circunstancias
pueden ser inhibidores o favorecedores del
crecimiento.
La adolescencia se considera como un período
de riesgo, debido a la acentuada aceleración
del crecimiento y sus marcadas modificaciones
morfológicas y fisiológicas. Por
lo tanto, es una etapa en que los requerimientos,
tanto nutricionales como psicoafectivos, son mayores,
para una inserción social normal.
Es esencial conocer los patrones
básicos del crecimiento del púber
y sus desviaciones, así como recordar las
variaciones individuales dentro de la absoluta
normalidad, considerando la historia biopsicosocial
de los jóvenes. La utilización adecuada
de estos criterios permite una correcta asistencia
individual, así como una planificación
racional en las áreas de salud y educación.
Evaluación
clínica del crecimiento y desarrollo
El peso y la talla son probablemente las dos mediciones
más simples de obtener para evaluar el
estado nutricional de las personas, en particular,
y de una población, en general. El análisis
debe incluir tres variables: edad,
peso y talla. Estas se deben comparar entre
si: peso/edad, talla/edad y peso/talla. Cuando
se obtiene la información en cada paciente,
esta se debe comparar con una gráfica estandarizada.
Las gráficas se dividen en percentiles
que permiten determinar las variaciones y límites
de normalidad de un parámetro dado. Cuando
se comparan las tres variables entre sí,
se puede obtener no solo un diagnóstico
de la situación actual, sino de la historia
de la nutrición del adolescente.
Estadios
de desarrollo de Tanner
Para poder entender el significado de los estadios
de Tanner y utilizarlos, es preciso analizar el
desarrollo puberal. El término pubertad
se usa para designar el componente biológico
de la adolescencia que abarca también las
transformaciones intelectuales, emocionales, sociales
y culturales. Todas estas transformaciones biopsicosociales
se producen simultáneamente.
Una característica distintiva de la pubertad
es la variabilidad con que se manifiestan sus
transformaciones en cada persona y en los grupos
de población.
Esa variabilidad es muy evidente al observar a
personas de una misma edad cronológica,
sobre todo, en las fases iniciales de la adolescencia,
y se presenta en diferentes momentos del período
de aumento de estatura y maduración sexual.
Gran parte de esas diferencias radica en variables
de la constitución de la persona.
Evaluación
de la maduración sexual
El término maduración sexual corresponde
al conjunto de transformaciones morfológicas
y fisiológicas que culminan en un cuerpo
adulto con capacidad de procrear.
La evaluación de la maduración sexual,
junto con otras características somáticas
(peso, talla, musculatura, etc.), permite determinar
si el proceso puberal ocurre en forma adecuada
en función del sexo, la edad y la interrelación.
Esa determinación es importante para detectar
trastornos del desarrollo puberal y poder aconsejar
y orientar en situaciones clínicas que
pueden cambiar en las fases de crecimiento y maduración
(obesidad, tuberculosis, diabetes, etc.).
Vale la pena recordar que las preocupaciones de
los adolescentes y de su familia por los cambios
físicos pueden producirse a consecuencia
de variaciones normales y propias de la constitución
de cada persona y que quizás sea necesaria
la intervención del médico para
tranquilizarlos.
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