Es un miedo común en las madres pensar que son incapaces de satisfacer la lactancia de sus hijos y creen necesario complementarlo con alimentos o bebidas complementarias.

Sin embargo este dato es incorrecto ya que prácticamente todas las madres pueden producir leche para un niño, incluso dos, siempre y cuando el niño succione eficazmente y tome el pecho tan a menudo como él quiera, la leche aumenta a medida de que el niño toma mas.
Incluso cuando una madre percibe que su leche es insuficiente, habitualmente su hijo obtiene toda la leche que necesita.

Sin embargo existen casos en que la leche resulta insuficiente, esto puede ser resultante de la poca eficacia del bebé al alimentarse o un escaso desarrollo de la glándula mamaria. Cualquiera de estos sea el caso se debe consultar con un especialista que determinará si el niño está recibiendo la cantidad de leche materna que necesita y de no estar haciéndolo, averiguar por qué. En este caso, identificado el problema tomará cartas en el asunto, para resolverlo.

Muchas veces la mamá tiene la sensación que la lleva a pensar que el bebé no se está alimentando como debe. Sin embargo solo existen dos indicios que pueden comprobar esta deficiencia; por un lado la escasa ganancia de peso, si el niño está por debajo de su peso de nacimiento después de dos semanas o gana menos de 500 gramos al mes durante los primeros seis meses de vida, no está ganando suficiente peso y no está obteniendo leche suficiente. El segundo indicio es la escasa cantidad de orina diaria; si un niño orina menos de 6 veces al día, y la orina es amarilla y de olor fuerte, no está obteniendo leche suficiente.

Si bien estos indicios deben alertarnos debemos prestar atención en caso de que el niño: quede insatisfecho luego de la toma, llore a menudo, quiera tomas frecuentes, haga tomas muy largas, rechace el pecho o haga deposiciones duras o secas.
En el caso de las madres también encontramos indicadores que nos muestran posibles dificultades al amamantar, si sus pechos no aumentaron de tamaño durante el embarazo, la leche no "subió" tras el parto o no le sale leche cuando se exprime debe consultarse  a su medico  .

Las razones por las que el niño no recibe la lactancia adecuada puede variar; los motivos mas comunes son tomas infrecuentes, no realizar tomas nocturnas, el uso de mamaderas o chupetes y el retraso en el comienzo. Que la madre se sienta cansada, estresada o preocupada o carezca de confianza son también factores comunes.

El deseo materno de no amamantar, conciente o inconciente, también es un factor que puede actuar negativamente.
Un niño que está mal agarrado al pecho no extrae leche fácilmente.
Para comprobar que un niño está bien prendido al pecho, hay que prestar atención a los siguientes signos:

1. la barbilla del niño está tocando el pecho.
2. su boca está ampliamente abierta.
3. su labio inferior está evertido (hacia afuera).
4. se ve más areola por encima de la boca del niño que por debajo de ella.

Si no puede encontrarse una causa común por la que el niño esté ingiriendo poca leche, o si la ganancia de peso del niño no mejora después de haber revisado estas características, existen causas menos frecuentes como puede ser el consumo de anticonceptivos, diuréticos, alcohol o tabaco, alto grado de desnutrición por parte de la madre o poco desarrollo de los pechos, estos casos son poco habituales pero deben ser tomados en cuenta.