Hematemesis, hematuria y hemofilia


La
hematemesis es la presencia de sangre en el vómito. Por lo general la causa es alguna lesión o una hemorragia producida en el estómago o en la primera parte del intestino delgado (el duodeno).

En los bebés sanos es poco frecuente, y las causas más habituales son circunstancias que no revisten mayor gravedad:

  • Después de un traumatismo nasal se produce una hemorragia por nariz y el niño expulsa la sangre que ha tragado o que se le ha quedado en la garganta. El vómito, cuando tiene esta causa, es una mucosidad sanguinolenta.
  • Las arcadas, así como los vómitos fuertes y recurrentes debidos a una gastroenteritis, un reflujo gastroesofágico o una hernia de hiatal, pueden producir la rotura de pequeños vasos sanguíneos de la faringe o el esófago. Se manifiesta como hilos de sangre roja.
  • Grietas o heridas sangrantes en los pezones y el bebé ha ingerido sangre al mamar. En estos casos, el color del vómito es marrón.
  • La toma prolongada de determinados medicamentos, como el acido acetil salicílico (aspirina) puede producir lesiones en el estómago y en consecuencia provocar hemorragias gástricas y hematemesis, entre otros síntomas. Antes de administrar cualquier medicamento a los bebés, debemos preguntar a su pediatra cuál es el más adecuado para su afección y la dosis recomendada.

Si observamos sangre en el vómito, debemos comentárselo al pediatra para que descarte cualquier otro problema que pudiese revestir mayor gravedad. Es necesario consultar con urgencia si, además de hematemesis, observamos en el pequeño síntomas como pérdida de apetito, ánimo decaído o palidez, manchas o moretones en el cuerpo.

Hematuria significa sangre en la orina. Puede estar producida por una infección del tracto urinario o de los riñones. Se ve en las cistitis hemorrágicas, en la pielonefritis, en la glomerulonefritis post infección del estreptococo.

En el pañal aparecen unas manchas sanguinolentas cada vez que el bebé hace pis. Cuando existe una infección urinaria, la hematuria (que es un síntoma, no una enfermedad), suele ir acompañada de fiebre más o menos alta, micciones frecuentes e incluso rechazo al alimento. Debemos llevar al bebé al pediatra sin demora. Él realizará un análisis de orina y pondrá el tratamiento. También se detecta la infección urinaria por la aparición de este único síntoma.

Seudomenstruación: Durante los primeros días de vida, algunas recién nacidas eliminan un poco de sangre junto con la orina. Suele tratarse de una secreción vaginal similar a la de los últimos días de la regla. Es una reacción a las hormonas maternas que se han acumulado en su organismo durante el embarazo. No hay que alarmarse, es una situación transitoria normal, que desaparece en dos o tres días y que nada tiene que ver con una infección de orina.

No hay que confundir la aparición de un coloreado rojo anaranjado en el pañal del bebe de pocos días de vida. No es hematuria sino que con frecuencia se ven que sustancias de la orina en contacto con la luz adquieren un color rojizo que hace confundir a los papas con sangre. Siempre es el pediatra el que dará la última palabra.


La hemofilia es un trastorno hereditario que afecta algunos factores de la coagulación de la sangre de los varones. El niño sufre hemorragias anormales y prolongadas porque su sangre necesita más tiempo para coagularse de lo normal.

Por lo general el niño debuta con hematomas de inexplicable causa. Similares a los chicos que reciben muchos golpes.
El origen es una actividad deficiente de unas proteínas del plasma sanguíneo denominadas factor VIII y factor IX que intervienen en la coagulación. Es un trastorno hereditario ligado al cromosoma X (masculino), por eso la mayoría de los afectados tienen antecedentes familiares; sin embargo hay otros casos en los que no se registran antecedentes familiares y se debe a una mutación genética.
La mujer es portadora del gen defectuoso, aunque nunca desarrolla la enfermedad, y en muchos casos ni siquiera sabe que es portadora. Sin embargo, existe un 50% de posibilidades de que sus hijos hereden la enfermedad: los varones la desarrollarán y las hijas serán portadoras. Los varones sólo pueden transmitir la hemofilia a sus hijas, como portadoras.

Síntomas: El más característico son los hematomas y el sangrado espontáneo. En los casos leves puede pasar inadvertido hasta que el niño se lesiona o se somete a una intervención quirúrgica. En los más graves se manifiesta además con hemorragias internas, que es la complicación más peligrosa. Si no se controla a tiempo, el sangrado puede afectar a las articulaciones (hemartrosis).
 

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