El hidrocele es el acumulo anormal de líquido acuoso en el interior de las bolsas que rodean a los testículos (bolsas escrotales). En la mayoría de los casos aparece en el nacimiento y no causa dolor ni molestias.

Existen dos tipos de hidrocele: el comunicante, llamado así porque el líquido puede subir y bajar desde las bolsas escrotales al abdomen a través de los conductos inguinales, y el no comunicante normal, sin comunicación ni otras complicaciones.
En el primer caso, el comunicante, el único tratamiento posible es la operación. Si el chico tiene hidrocele comunicante o con hernia inguinal, existe un riesgo de complicaciones y, para evitarlas, la intervención se realiza en los primeros meses de vida.
El bebe no correrá riesgos, si se decide la cirugía en esta época de la vida. Lo importante es resolver el problema que de persistir sí puede dar complicaciones.
 
Cuando el chico tiene un hidrocele normal no comunicante, los médicos prefieren esperar porque en algunos casos el organismo reabsorbe el líquido, casi siempre en el transcurso del primer año. Pero si continúa más allá del segundo año, se decide operarlo.

Hace tiempo se hacía una punción y se extraía el líquido, pero este sistema se ha abandonado porque el hidrocele volvía a formarse con el tiempo.

No hay que preocuparse por la operación, es muy sencilla y el chico se repone en una semana. No deja secuelas ni causa problemas sexuales ni hormonales en el futuro.

El único riesgo es el derivado de la anestesia general, que la mayoría de los chicos acepta perfectamente.

¿En qué consiste la intervención?
El cirujano practica una pequeña incisión en la piel y las capas que envuelven el testículo, extrae el líquido, sutura esas capas para que no quede una cavidad que pueda volver a llenarse de líquido y a continuación cierra. Es una cirugía reparadora. No se corta ningún órgano por lo que la recuperación es muy sencilla.

Cuando el Pediatra junto al Cirujano deciden la operación no se debe demorar con supuestos, la mayoría mitos, que en vez de ayudar  complican retrasando lo que es inevitable: la cirugía.