Es absolutamente cierto que los menores de
un año no deben ingerir miel. Y Esto
se debe a dos motivos fundamentales: el primero
y mas importante es la posibilidad de que
el pequeño enferme de botulismo y la
segunda la alteración a nivel dentario
por el exceso de azúcar que contiene.
¿Qué
es el botulismo?
El botulismo es una enfermedad neuroparalítica
que se produce por la ingestión de alimentos
que contienen la toxina botulínica. Esta
toxina al ser absorbida a través de la
sangre llega a los músculos, donde produce
una alteración química que lleva
a la parálisis y en muchos casos puede
llegar a ser muy pero muy grave. De ahí
la importancia que tiene el evitar que el pequeño
ingiera un alimento que puede contener estas toxinas.
Hay
tres tipos de botulismo: el alimentario,
el que se produce tras una herida y el mas recientemente
descubierto que es el del lactante o en los menores
de un año.
Esta situación se da
con mayor frecuencia en los lactantes ya que el
intestino inmaduro de estos pequeños no
puede hacer frente a la toxina, por este motivo
cuando ingieren alimentos contaminados se enferman
con mas facilidad. Si bien son los alimentos los
que con mayor frecuencia pueden contener estas
toxinas (la miel y el jarabe de maíz) también
se ha visto casos de botulismo en niños
que viven en zonas rurales o en el campo y no
por la ingestión de alimentos sino por
la higiene del lugar donde habitan, o por la llegada
de las esporas al aparato digestivo a través
del viento en zonas muy secas y ventosas.
Los síntomas de presentación
pueden ser muy variados y con distintos niveles
de gravedad pudiendo llegar a producir una insuficiencia
respiratoria que puede ser letal.
Por todo esto hay que evitar darle a los menores
de un año miel o jarabe de maíz.
Con relación al uso del chupete
con miel o azucares además de los riesgos
del botulismo es muy perjudicial para los dientes.
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