Es el fallecimiento de un bebé aparentemente
sano en forma inesperada mientras duerme.
Se llama también muerte en cuna.
De cada 1.000 bebés que nacen, sólo
uno fallece por esta causa.
NO HAY CONSEJOS QUE GARANTICEN
EVITAR LA MUERTE SÚBITA, PERO HAY FORMAS
DE LOGRAR DISMINUIR EL RIESGO.
Posiciones
para dormir
Se aconseja que los bebés nacidos a término
y sanos, deben dormir boca arriba o de costado
salvo contraindicación médica como
el reflujo gastroesofágico severo o malformaciones
craneofaciales.
Consejos
a la hora de acostarlos
Para evitar que la cabeza del bebé pueda
quedar cubierta por la ropa de cama, tape al bebé
hasta la altura de sus hombros, de tal manera
que sus brazos queden por fuera de la sábana
y/o frazada.
Coloque al bebé de tal manera que sus pies
contacten con el borde de la cuna, para que no
pueda deslizarse por debajo de la ropa de cama.
No utilice un colchón blando ni almohada.
Cigarrillo
Las investigaciones muestran que los hijos de
madres y padres que fuman tienen mayor riesgo.
Por esta razón es una buena idea dejar
de fumar.
No permita que ninguna persona fume en la casa,
auto o lugar donde se encuentre el bebé.
Temperatura
La temperatura elevada en el ambiente donde duerme
el bebé y el sobreabrigo del mismo aumentan
el riesgo de muerte en cuna.
Luego del primer mes, el bebé no requiere
abrigarse más que sus padres.
Los bebés nunca deben dormir con una bolsa
de agua caliente, con frazadas eléctricas
ni cerca de un radiador o de calefacción.
Amamantamiento
La lactancia
materna disminuye el riesgo de muerte en cuna,
al reducir la incidencia de infecciones respiratorias,
gastrointestinales y participar en el desarrollo
del sueño del bebé.
Fuente: Sociedad Argentina
de Pediatría. Año 2003.
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