Otitis


Es la inflamación del oído, que puede afectar a la parte externa de este, desde el tímpano hacia afuera (otitis externa) o a la parte media (otitis media).

En los meses fríos la otitis más común es la del oído medio.

¿Cuáles son los síntomas?
Los característicos son: dolor de oído, que aumenta por la noche, fiebre y malestar general. En los bebés, además de estos, puede provocar náuseas, vómitos, diarrea, inapetencia y alteración del sueño.

¿Cómo se trata?

Las otitis medias suelen estar producidas por bacterias, por eso el tratamiento consiste generalmente en tomar antibióticos. Si el niño tiene fiebre, lo aconsejable es administrarle un ibuprofeno para bajarla siempre acompañado de baños de agua templada y si la fiebre no baja se podrá sumar al tratamiento antitérmico paracetamol. El pediatra indicara que dosis utilizar.

¿Cómo y cada cuánto tiempo se administra el antibiótico?
Se debe dar la dosis de antibiótico recomendada por el pediatra (depende de la edad del niño) cada ocho o cada doce horas, depediendo del antibiótico que se utilice y durante al menos diez días, con las comidas o fuera de ellas. Los intervalos entre la toma y la forma de administrarlo dependen de cada antibiótico ya que cada uno tiene unas características diferentes. No se debe interrumpir el tratamiento aunque el niño esté sin fiebre y sin dolor.

¿Podemos aliviarle el dolor con remedios naturales?
El ibuprofeno además de bajar la fiebre calma el dolor y reduce la inflamación. Si no lo tenemos en casa, un poco de calor local con un paño caliente (se lo puede calentar con la plancha) ayuda a aliviar el dolor. También es muy útil mantener las vías aéreas superiores y las fosas nasales despejadas. La solución fisiológica o el suero salino ayudan a cumplir con esta función. Se colocan una o dos gotas en cada orificio nasal, sobre todo en los más pequeños y antes de cada comida. Al tener menos congestionada la nariz, la caja del tímpano estará más ventilada y los oídos dolerán menos.

¿Y si pierde el apetito?
Es normal que el niño esté inapetente, pero eso no debe preocuparnos, pues lo recupera cuando se pone bien. Conviene ofrecerle muchos líquidos y sus comidas preferidas.

¿Es normal que las otitis se repitan?
Algunos niños son muy propensos a padecer de los oídos, sobre todo los que tienen muchos catarros y los que tienen las adenoides muy grandes (situación mas frecuente en los niños entre los dos y los cuatro años).

¿Es verdad que con la infección puede romperse el tímpano?
Si la otitis no es tratada a tiempo, se forma un mayor aumento de liquido dentro de la caja del oído medio que al aumentar tanto la presión sobre el tímpano termina por romperlo (se ve una secreción amarillenta pegajosa que queda adherida al conducto auditivo externo y además puede si es abundante manchar la almohada). En ese momento la fiebre puede o no bajar y el dolor desaparece, pero la infección no. Si se trata entonces, la herida del tímpano se cura y deja una cicatriz pero no una secuela.
 
¿Disminuyen los episodios a medida que el niño se hace mayor?
Si la otitis no se hace crónica, lo normal es que conforme el niño vaya creciendo y tenga menos catarros, también tenga menos infecciones de oído. El periodo peor es entre los 6 y los 24 meses, porque todavía no ha desarrollado su sistema inmunitario. A partir de los 3 ó 4 años ya ha creado bastantes defensas, que le protegen mejor.

¿Cómo se produce?
La otitis media se produce por la entrada en el oído medio de bacterias procedentes de la nariz o de la garganta (ambas están comunicadas con el oído mediante un conducto con forma de tubo llamado trompa de Eustaquio). Las otitis son más habituales cuando este conducto se llena de mucosidades, ya sea porque el niño sufre un proceso catarral o porque tenga adenoides grandes.

¿Qué es la otitis exudativa o serosa?
Se produce cuando quedan mucosidades en el interior del oído durante más de tres meses. Al niño no le duele, pero su audición está deteriorada. A veces es necesario colocar unos tubitos de drenaje (diávolos) a través del tímpano para que esas secreciones salgan fuera. Es una intervención sencilla, que se realiza con anestesia general. Si las adenoides son muy grandes y hay deterioro de la audición, se le pueden quitar en ese momento (adenoidectomía) para que el pequeño no tenga tantos mocos en la nariz. Cuando se cura, los tubos se caen solos y el tímpano se cierra.
 

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