Traumatismo encéfalo craniano


Los accidentes que involucran golpes en la cabeza, son comunes en los niños.


Los padres los sufrimos mucho y nos asustamos ante estos golpes porque generalmente se produce un hematoma muy notorio y a veces algún sangrado. También porque solemos asociarlos a alguna fractura de cráneo o peor aun, algún daño cerebral.

Golpes menores
Estos golpes son en general poco preocupantes, a menos que el niño caiga desde cierta altura y esto provoque que su cabeza se golpee contra el suelo violentamente o contra algún objeto. Podría tratarse de una fractura de cráneo lo cual será tratado como el médico decida, una vez que mediante radiografías constate si se produjo fractura o fisura del cráneo.

Traumatismo Encéfalo Craneano
El traumatismo encéfalo craneano ocurre cuando la masa encefálica o el cerebro, al producirse el fuerte golpe, se ha estrellado o golpeado contra las paredes del cráneo. Esto puede ocurrir sin provocarse una fisura o fractura de cráneo.
Esto puede producir inflamación, sangramiento y hasta una hemorragia intracraneana. Producto de la inflamación secundaria al golpe se constata un aumento de la presión dentro del cráneo y como el cerebro no puede expandirse, dado que está encerrado en una verdadera bóveda ósea, aparecen los síntomas propios y graves de la hipertensión endocraneana secundario del traumatismo encéfalo craneano (TEC): compromiso de conciencia que puede ser leve como una simple y corta perdida de conciencia y/o amnesia hasta incluso muerte. 

Síntomas en los niños
Si después de haberse golpeado no llora y se muestra aletargados debe ser derivado de inmediato a un servicio de urgencia con una estricta vigilancia de la respiración.
Si por el contrario llora y se constata una herida sangrante hay que aplicar los primeros auxilios y llevarlo, de todas maneras, a un centro de atención.
Si la situación es leve, diez minutos de aplicación de hielo ayudaran a que el hematoma no se expanda demasiado.

Es importante que los padres sigan muy de cerca el comportamiento de  su hijo los primeros días, especialmente las primeras 48 horas.

Ante cualquiera de estos síntomas usted debe consultar con su pediatra

  1. Vómitos a chorro en 2 ó más oportunidades.
  2. Presenta cefaleas (dolor de cabeza) o dolor de cuello, que aumenta con el correr de las horas o que perdura más de un día.
  3. Convulsiones (movimiento de todo el cuerpo o parte de él, en forma involuntaria)
  4. Presenta sangrado por nariz o por oídos.
  5. Presenta un líquido claro por nariz o por oídos.
  6. Deambulación dificultosa, se cae al caminar.
  7. Cambio del comportamiento habitual.
  8. Disturbios oculares (pupilas desiguales, visón doble o borrosa, movimientos raros o no habituales de los ojos).

Otras recomendaciones

  • Dejará dormir a su hijo si él lo desea, pero deberá despertarlo cada 3 ó 4 horas.
  • Al despertarlo, usted deberá observar su conducta, lo hará caminar, hablar y ésta deberá  ser habitual.
  • No administre analgésicos ante la persistencia de cefaleas o dolor de cuello.
  • Dieta: Ofrézcale a su hijo líquidos transparentes (agua) bien fríos, si no tiene vómitos, y si los tuviera deje pasar por lo menos 2 ó 3 horas.
  • Cuidado de heridas: ante heridas cortantes y la imposibilidad inminente de dirigirse a un centro de salud, aplique sobre la herida con presión una toalla limpia, o de ser posible una gasa estéril durante 10 minutos. En caso de escoriaciones (raspones) en la piel o en el cuero cabelludo lave con abundante agua y jabón.
  • En el caso que presente, producto del traumatismo, hematoma más edema (chichón) aplique hielo durante 20 minutos cada 6 horas.
 

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