Viajes al extranjero


El agua es el principal vehículo de contaminación. No se debe beber de fuentes o arroyos, tomar hielo o cepillarse la boca con agua de la canilla. Sólo el agua mineral merece nuestra confianza.


Sin embargo, la ingestión de líquido es fundamental cuando la temperatura y humedad del ambiente son elevadas. La solución consiste en hervirla durante diez minutos o verter de cinco a diez gotas de lavandina por litro de agua y dejarla reposar durante media hora.

Las verduras deben comerse cocidas y las frutas lavadas y peladas. Los productos contaminados provocan gastroenteritis, salmonelosis, fiebre tifoidea, cólera, parásitos intestinales.

Los mosquitos, además de molestar, pueden transmitir enfermedades como la malaria o el kalazar. Debemos aislarnos de ellos con mosquiteros, insecticidas, lociones y difusores eléctricos.

Cuidado con arañazos, rasguños o heridas, que pueden suponer la puerta de entrada al tétanos o a otras infecciones.

A la vuelta vigilaremos cualquier síntoma de sospecha: manchas en la piel, fiebre, diarrea, etcétera.

 

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Crecer Juntos® acompaña a los papás y las mamás en la compleja tarea de ser padres, sin pretender bajo ningún concepto reemplazar la figura del pediatra o médico de la familia.