vómitos, náuseas, complicaciones
 

Vómitos y náuseas


Casi todas las embarazadas presentan náuseas –en general en la forma de “pituitas” matinales– al comienzo del embarazo. Es parte del síndrome de adaptación de la embarazada al estado gestacional. En algunas ocasiones estas náuseas se asocian a vómitos alimentarios.


En general no pasan a mayores y desaparecen al comenzar el segundo trimestre del embarazo. Pero a veces éstos pueden aumentar en frecuencia y cantidad.

Estamos en ese caso frente a lo que se denomina EMESIS GRAVIDICA. Se produce una pérdida de peso significativa, asociada con cierto grado de alteración del estado general. Si el cuadro aumenta de intensidad, se produce deshidratación y alteraciones por pérdida de sodio, potasio y cloro. Es la HIPEREMESIS GRAVIDICA.
La causa de estos cuadros no ha sido aún dilucidada con exactitud, pero guarda relación con la concentración de hormona placentaria (gonadotrofina coriónica humana) en la sangre. Es por ello que se observa una mayor frecuencia de estos casos cuando se trata de embarazos gemelares.
Si se asocian al cuadro orgánico factores psicoemocionales (angustia, miedo, mala aceptación del embarazo por parte de la embarazada o su núcleo familiar, etc.), éste puede aumentar de gravedad. No en pocas ocasiones estos aspectos actúan como desencadenantes de los vómitos de la embarazada.

Tratamiento
El tratamiento es “sintomático” pues como hemos dicho no es bien conocida la causa. El reposo físico y el del aparato digestivo (mediante dieta adecuada) son su base fundamental. La dieta progresiva fraccionada es de rigor. Los semisólidos son de elección: licuados, puré, helados, etc. Cuando la intensidad del cuadro lo requiere se administrarán (en internación generalmente) líquidos, sales, glucosa, minerales e incluso aminoácidos por vía endovenosa.

Suelen administrarse antieméticos como la metroclorpramida, y algunos médicos complementan el tratamiento con sedantes (del tipo de los que pueden utilizarse en el embarazo).
Felizmente estos síndromes no se prolongan más allá del primer trimestre del embarazo en la casi totalidad de los casos. Y para tranquilidad de todos los futuros padres, no tienen repercusión negativa en el bebé. Es más, la “sabiduría popular” dice que son los mejores embarazos una vez superado el trance.

 

Crecer Juntos® acompaña a los papás y las mamás en la compleja tarea de ser padres, sin pretender bajo ningún concepto reemplazar la figura del pediatra o médico de la familia.