La episiotomía es un procedimiento
de larga trayectoria dentro de los recursos
que tiene la obstetricia para mejorar la atención
del parto, que tuvo amplia difusión
a partir de la década del cincuenta.
¿En
qué consiste?
Consiste en efectuar un corte con tijeras o bisturí
de los tejidos del periné que rodean al
introito (orificio vaginal), en especial el resistente
músculo elevador del ano, con el fin de
facilitar la salida del bebé y evitar que
al producirse ésta ocurran desgarros (que
no serían más que una "episiotomía
espontánea"), que puedan situarse
en regiones que permitan su prolongación
hasta el esfínter anal, o que faciliten
en el futuro la aparición de prolapsos
genitales en aquellas mujeres que tengan predisposición
constitucional a ellos.
¿Cuando
y como se realiza?
Se espera hasta último momento para efectuarla,
cuando la cabeza, al presionar sobre la región
perineal, haya distendido al máximo los
tejidos. Entonces puede hasta efectuarse sin anestesia,
ya que la presión sobre éstos los
ha adormecido como cuando estamos largo rato de
piernas cruzadas.
Por supuesto que es excepcional que se recurra
a efectuar una episiotomía sin anestesia.
Usualmente se emplea anestesia local con lidocaína
excepto cuando ya la paciente tiene anestesia
porque el parto se hace con peridural.
Inmediatamente después
del alumbramiento se procede a la sutura de la
episiotomía, o de los desgarros cuando
ésta no se efectuó o fue insuficiente.
Siempre es necesario administrar anestesia local
para la sutura, si no hay anestesia peridural
previa. Esta sutura demanda entre cinco y quince
minutos aproximadamente, dependiendo de la técnica
que emplea cada obstetra. Hoy se prefiere realizarla
con hilos sintéticos de reabsorción
muy lenta para que la aproximación de los
bordes sea permanente durante por lo menos quince
o veinte días.
Cicatrización
La cicatrización de la episiotomía
es dificultosa, pues se halla permanentemente
húmeda por la sangre que proviene de la
cavidad uterina, y expuesta a la contaminación
de los gérmenes que habitan en el intestino.
Es por ello que debe cuidarse al extremo la higiene
del periné durante el puerperio. Es conveniente
lavarla varias veces por día, utilizando
soluciones jabonosas antisépticas. En mi
opinión, no es conveniente el empleo de
polvos cicatriciales, que sólo contribuyen
a formar una costra que suele infectarse con facilidad.
Luego del lavado debe secarse cuidadosamente la
región, utilizando inclusive un secador
de pelo con aire frío o tibio.
Luego debe colocarse un apósito, preferiblemente
de gasa y algodón. Estos deben cambiarse
con frecuencia, apenas se impregnen de sangre.
Para disminuir la incomodidad
que producen los puntos de sutura a ese nivel,
algunos obstetras prefieren el empleo de una técnica
que sutura los tejidos en varios planos, el último
de los cuales, la piel, se lo realiza con sutura
continua (como si fuese un hilván), evitando
los molestos nudos sobre la piel.
Como dijimos anteriormente,
algunas escuelas naturalistas se han convertido
en detractores de la episiotomía. Una verdad
es incuestionable: desde el advenimiento del empleo
masivo de esta técnica, ha disminuido vertiginosamente
la incidencia del prolapso genital. En el último
de los casos, la decisión pasa por la embarazada,
que elige el equipo obstétrico de acuerdo
con su filosofía de vida. Nosotros somos
defensores casi a ultranza de esta técnica,
pero aceptamos que otros prefieran no emplearla.
De todas formas, no debe utilizarse
indiscriminadamente, casi de rutina. Ejerciendo
una buena protección manual de los tejidos
perineales, siempre y cuando la paciente puje
tranquila y ordenadamente, es posible evitarla
en muchos casos, especialmente cuando ya hubo
partos anteriores. Creemos que sólo debe
emplearse cuando sea necesaria.
Es cierto que la cicatriz
de la episiotomía -que es lateral con respecto
a la línea media del cuerpo- es más
molesta que la de un desgarro justamente a ese
nivel. Inclusive el restablecimiento de las relaciones
sexuales puede ser un poco más doloroso.
Pero se supera, y los resultados de la técnica
perduran a lo largo de los años.
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