La Ictericia es el color amarillo de la piel y las conjuntivas causado por un acumulo de bilirrubina. La bilirrubina es una sustancia que se forma a partir de la hemoglobina de la sangre.

Los glóbulos rojos están repletos de hemoglobina, la cual sirve para transportar oxígeno y esta formada por dos componentes, el hemo y la globina.

¿Cuál es la utilidad que nuestro organismo le da a la bilirrubina?
Los glóbulos rojos no viven demasiado tiempo. Cuando mueren, algo se debe hacer con la hemoglobina que llevan dentro. Es por esto que, el hemo y la globina se separan. La globina es una proteína muy nutritiva. Al hemo se le desprende su átomo de hierro, y lo que queda es la bilirrubina.
La bilirrubina no es de gran utilidad y además es tóxica. Pero resulta un poco difícil de eliminar, porque no es hidrosoluble (no se disuelve en agua) y, por lo tanto, no puede expulsarse con la orina. El hígado es el único capaz de convertirla en hidrosoluble; a través de un proceso llamado conjugación del cual se obtiene la bilirrubina hidrosoluble llamada conjugada. Esta bilirrubina conjugada sale con las heces.

Los niños sanos también se ponen amarillos
Cuando el bebé nace, todos sus órganos deben empezar a trabajar, y algunos sólo tienen unos segundos de plazo. El pulmón empieza a respirar mientras que el hígado comienza a conjugar. Pero mientras que el pulmón pasa del cero al cien por cien de funcionamiento en pocos minutos, el hígado necesita unos cuantos días para llegar a conjugar al cien por cien.
Es por esto que durante esos primeros días, casi todos los niños se ponen un poco amarillos a pesar de tener un nivel de bilirrubina moderado y encontrarse fuera de peligro. Es la llamada ictericia fisiológica (manera complicada que tenemos los médicos de decir "normal"). Podría pensarse que esta ictericia fisiológica es un pequeño fallo de sistema y que un hígado perfecto funcionaría en seguida al cien por cien y eliminaría rápidamente la bilirrubina. Sin embargo, se cree que no se trata de un defecto sino que tiene razón de ser. La bilirrubina, en pequeñas cantidades, actúa como antioxidante, lo cual pasa a ser bueno para el niño. El hígado no trabaja continuamente al cien por cien y esto se debe a que los bebés necesitan un poco de bilirrubina.

¿Por qué algunos niños se ponen más amarillos de lo normal?
En algunos niños, la bilirrubina alcanza niveles más altos de lo normal, aunque sin llegar a ser peligrosos. Es una exageración de la ictericia fisiológica, y por eso se llama "parafisiológica".
Una de las principales causas de este aumento es la reabsorción de la bilirrubina en el intestino. Una pequeña parte de la bilirrubina se desconjuga en el intestino y se absorbe. La cantidad que se reabsorbe depende del tiempo que las heces estén acumuladas en el intestino. Los recién nacidos tienen tendencia a hacer caca cada vez que maman. Por eso, cuanto más maman, menos amarillos se ponen. Actualmente, en la mayor parte de los hospitales, el bebé puede mamar día y noche todo lo que quiere, y este cambio ha hecho disminuir muchos los casos de ictericia.
Los niveles bajos de bilirrubina no son perjudiciales. Por eso, la leche materna facilita la reabsorción de bilirrubina en el intestino, y los niños que toman el pecho suelen tener una ictericia leve pero prolongada, a veces durante dos o tres meses. Esto es normal, y no necesita ningún tratamiento.

Otra cosa son los niveles altos de bilirrubina que se producen cuando el bebé mama poco y mal. En estos casos, el niño, además, pierde mucho peso. Si a ese niño se le da biberón, engorda, hace caca y le baja la bilirrubina. Pero el mismo efecto se consigue dándole más pecho y en buena posición. Si el recién nacido no puede mamar correctamente, la madre debe sacarse leche y dársela con un vasito.