Tu hijo podrá presentar deposiciones
desde el momento del nacimiento. A estas primeras
se las denomina deposiciones meconiales. Son
de color negro y muy pegajosas.
Se producen mientras el bebé
está en el vientre materno por deglución
de secreciones, células y otros elementos
que hacen que tomen estas características.
Estas deposiciones duran aproximadamente dos o
tres días para luego transformarse y adquirir
una nueva característica de acuerdo a la
leche que reciba.
Si se trata de leche
materna, las deposiciones serán de
consistencia líquidas, amarillentas o de
color oro, como si tuviera semillitas de tomate.
La frecuencia para el bebé alimentado al
pecho es muy variable, pero en general es una
a continuación de cada comida.
Cuando está alimentado con leche
de formula el color es blanco masilla y son
más compactas. La frecuencia es menor,
una a dos por día.
Alrededor del día
quince o veinte pueden aparecer unas deposiciones
muy diferentes, de color verde, mucosas, muy distintas
a las habituales. Se las denomina deposiciones
de transición y se producen cuando en el
intestino del bebé se va formando la flora
intestinal, necesaria para la absorción
de los alimentos, y NO porque el bebe haya tomado
frío en la panza. Su duración es
variable, pero nunca más de cuarenta y
ocho horas, para luego retomar las características
que tenía de acuerdo con el tipo de alimentación
que estaba recibiendo.
La frecuencia en las deposiciones
es muy variable en los bebés alimentados
a pecho. Generalmente presentan una cada vez que
terminan de comer, pudiendo ser cinco, seis u
ocho, pero también puede suceder que durante
dos o tres días no mueva el intestino.
Esto no debe preocuparte ya que la irregularidad
es la regla.
Si pasan más
de cinco días sin deposiciones consulta
a tu pediatra pero nunca le des de tomar laxantes,
tes o yuyos, ni tampoco le coloques supositorios
(están contraindicados y pueden ser peligrosos).
|