¿Qué
son las bacterias y qué infecciones
ocasionan?
Son microorganismos invisibles. Son millones
y están en el medio ambiente, la
piel, los intestinos. La mayoría
son beneficiosas para la salud y muy pocas
son dañinas. En el caso de los niños
causan infecciones del tipo seno paranasales
(sinusitis), el tracto urinario y los pulmones,
también ciertas
otitis
y
amigdalitis.
¿De
qué manera proceden?
Tienen dos maneras de accionar. Unos antibióticos
actúan destruyendo las bacterias
(bactericidas), en cambio otros inhiben
su desarrollo y multiplicación (bacteriostáticos).
En el caso que el niño tenga una
infección aunque tome o no antibióticos,
sus defensas también luchan junto
con los fármacos para eliminar los
gérmenes patógenos.
¿Sirven
en gripes y catarros?
No, ya que resfríos y gripes, como
la mayoría de las gastroenteritis
y otras enfermedades que contraen los niños,
son causadas por virus, otros microorganismos
en los cuales los antibióticos son
ineficaces. Tomar antibióticos no
cura ninguna de estas enfermedades al contrario
puede hacerle daño al niño.
Los antibióticos se prescriben cuando
la infección es causada por bacterias.
¿Por
qué son malos si se usan cuando no
se necesitan?
Los antibióticos tienen efectos secundarios.
Cuando se emplean indebidamente las bacterias
desarrollan mecanismos de defensa y se hacen
resistentes. Algunas se vuelven tan fuertes
que algunos antibióticos ya no sirven
y deben sustituirse por otros.
¿Cómo
se forman las resistencias?
Al tomar un antibiótico cualquiera
la mayoría de las bacterias patógenas
mueren, pero a veces algunas logran sobrevivir
al tratamiento. Estas alcanzan mecanismos
de supervivencia y al volver a tomar el
mismo antibiótico se vuelven más
fuertes y se hace mucho más difícil
eliminarlas.
Al utilizar mal los antibióticos
el riesgo de resistencias aumenta. Las infecciones
originadas por bacterias pueden durar más
tiempo y el riesgo de complicaciones aumenta
notablemente.
¿Cómo
evadir las resistencias?
No se debe abusar
de los antibióticos, solo se deben
tomar cuando el médico los recomienda.
Recordar que algunas enfermedades
causadas por un virus, como el
resfrío y la
gripe pueden durar por lo menos una semana y
algunos síntomas, como la tos,
puede durar varios días más.
Cumplir el tratamiento según
lo prescribió el médico,
ya que si se abandona antes de tiempo,
las bacterias se pueden multiplicar y
hacerse resistentes al antibiótico
e incluso provocar una recaída.
En caso que el niño este
decaído o molesto, tratarle los
síntomas con los medicamentos y
medidas naturales que le recomienda el
médico.
Cuando la criatura tiene una infección
no debe ir al colegio porque se puede
contagiar de otras infecciones ya que
tiene las defensas bajas, o puede llegar
a contagiar a sus compañeros.
Una medida preventiva que suele ser muy eficaz es recordarle que se lave
las manos seguido.