Todos los días nacen bebés con
algún grado de disminución auditiva,
y debido a que la hipoacusia (disminución
auditiva) es una desventaja invisible, su
detección y diagnóstico se demoran. La hipoacusia es la enfermedad
congénita más frecuente en
el recién nacido.
Dos a tres de cada 1000
bebés tienen algún grado de hipoacusia.
El 50% de los bebés que presentan hipoacusia
nacen sanos, no tienen antecedentes familiares,
y no presentan factores de riesgo.
Por más mínima
que sea la disminución auditiva en un bebé,
va a interferir en su desarrollo.
La hipoacusia es una desventaja oculta, por lo
que su detección, diagnóstico e
intervención se demoran.
Hasta hace muy poco tiempo la hipoacusia se detectaba
tardiamente, generándole al niño
retardos significativos en el desarrollo del habla
y del lenguaje, como también retrasos en
la adquisición de sus aprendizajes; comprometiendo
así sus posibilidades futuras.
Desde el momento del nacimiento, los bebés
comienzan a desarrollar su lenguaje.
Los bebés aprenden a hablar a través
de lo que oyen, el bebé que tiene dificultades
para oir tendrá dificultades en el desarrollo
de su lenguaje.
Es importante que no olvidemos que el lenguaje
es la base para el desarrollo de sus aprendizajes
posteriores.
Desde que existe la posibilidad
de chequear la audición del bebé
apenas nace, los bebés que presentan alguna
disminución auditiva pueden recibir ayuda
antes de los 6 meses de vida; evitando así
significativos retasos en sus aprendizajes que
los diferenciarían de sus pares.
Investigaciones recientes demuestran que niños
con hipoacusia detectados e intervenidos antes
de los 6 meses de vida tienen mejores posibilidades
de desarrollar su lenguaje que aquellos que fueron
diagnosticados después de los 6 meses de
vida.
¿Cómo
puede ser evaluada la audición de tu bebé?
Lo más importante es que sepas que tu bebé
no sentirá dolor ni malestar al ser evaluada
su audición.
Esta será evaluada a través de un
procedimiento llamado Potenciales Evocados Auditivos
Automáticos. Suaves sonidos serán
presentados a los oídos de tu bebé
por medio de pequeños auriculares.
Tres electrodos recogerán las respuestas
del cerebro frente a la presencia del sonido.
Esta evaluación se realiza mientras tu
bebé duerme o está muy tranquilo.
El resultado indicará si tu bebé
tiene audición dentro de los límites
normales, o si requiere realizar más evaluaciones.
¿Cuales
pueden ser las causas de la hipoacusia?
La hipoacusia puede generarse en distintos momentos
del desarrollo del bebé.
Si la causa fuera prenatal
(antes del nacimiento) puede deberse a: infecciones
intrauterinas (sífilis, toxoplasmosis,
rubéola,
citomegalovirus, hiv), antecedentes familiares
de hipoacusia durante la infancia, antibióticos,
alcoholismo
materno, irradiaciones, alteraciones genéticas.
Causas perinatales
(desde el inicio de trabajo de parto a los primeros
días de vida): prematurez,
anoxia, sufrimiento fetal, bajo peso (menos de
1500 grms.) asistencia mecánica respiratoria
prolongada, incompatibilidad RH, antibióticos,
infecciones bacterianas (meningitis).
Causas postnatales
(adquiridas durante el desarrollo del bebé):
traumatismos de cráneo, tumores, meningitis,
encefalitis, infecciones de oído recurrentes,
rubeola,
parotiditis, cuadros genéticos.
Todos los bebés que
presenten alguno de estos factores de riesgo,
deben tener controles auditivos periódicos
a partir del chequeo auditivo inicial que se realiza
al nacer.
La detección de la hipoacusia al nacer
permite la posibilidad, si fuera necesario, de
ayudar a tu bebé durante los primeros meses
de su vida evitando así que se instale
una desventaja que lo limitará en su desarrollo.
Fga. Carina Spierer
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